La novela de Carlos Tevez pareciera tener un final feliz, porque finalmente se desvinculará del Manchester City y arribará al fútbol italiano para ser compañero de Zlatan Ibrahimovic, Alexandre Pato y Robinho en el actual campeón de la Serie A, Associazione Calcio Milan.
El paso de Tevez por el fútbol ingles fue para una telenovela. De ídolo indiscutido en el West Ham United de Londres, equipo con el cual se salvó del descenso y con el cual se convirtió en una de las estrellas del Viejo Continente, a héroe y villano en los equipos de Manchester, ya que tanto en el United como en el City primero iba camino a tener una estatua propia y después los fanáticos terminaron tirando su camiseta a la basura.
El único que lo discutió en el United fue el técnico, Alex Ferguson, quien siempre lo puso en los partidos importantes, pero en los intrascendentes, que eran la mayoría, lo hacía comer banco. En el 2008 el Apache ganó la Premier League, la Community Shield, la Liga de Campeones y el Mundial de Clubes, en los cuales marcó 19 goles en 48 partidos. Un año después, Tevez siguió dando que hablar y marcó 15 tantos en 51 partidos, consiguiendo la Football League Cup y la Premier. Sin embargo, más allá de los logros, el entrenador elegía a Dimitar Ivanov Berbatov, que en igualdad de temporadas había marcado 26 goles.
Al Apache no le gustaba ser suplente del búlgaro y eligió cambiar de camiseta, quizás se equivocó al cruzarse de vereda. El City, el otro equipo de la ciudad, lo esperaba. En su primera temporada con los Citizens marcó 29 goles en 49 partidos y fue elegido como el mejor jugador del año del equipo, pero más allá de los números todavía faltaba mucho. Al año siguiente los Sky Blues ganaron la FA Cup con Tevez como estandarte. Hizo 23 goles en 43 partidos transformándose en el goleador del año de la Premier League; además fue el tercer mejor jugador del año de la liga inglesa.
“Todo tiene un final, todo termina“, dice la canción. Todo era color de rosas para Carlitos, pero un percance con el entrenador lo dejó con un pie afuera de Inglaterra. Que se negó a jugar, que no se negó a jugar. Palabras van, palabras vienen. Multas millonarias. Sanciones por indisciplina. Seis meses sin jugar. De héroe a villano en una de las ciudad más importantes de Inglaterra. El medio millar de habitantes de Manchester en su contra.
Se terminó la novela. Seis temporadas en suelo ingles le alcanzaron al Apache. Primero fue ídolo y los ingleses llegaron a corear “argentino, argentino“, pero ya se cumplió una etapa. Después de la idolatría esos mismos hinchas prendieron fuego la camiseta número 32, y demás.
Es la hora de que Tevez cambie el aire, sea autentico. El Tano es más como él. Champagne. Noche. Mujeres. Fútbol.
Una vez que el Apache pise Milán, se sumará a la lista de los Paolo Maldini, el gran capitán del Rossonero y de Italia; a los Giuseppe Meazza, uno de los mejores futbolistas de la historia Azzurra y bicampeón del mundo (1934-1938); y a los Giovanni Trapattoni, quien jugó 22 años consecutivos en el Milan, con quien ganó siete títulos; entre tantos otros.
Faltan ultimar detalles y números, pero que Tevez va a tirar paredes con Robinho, a quien ya le ganó el duelo en la Copa Libertadores 2003, es casi un hecho.
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