La historia la cuenta Jorge Valdano en su libro de reflexiones que publicó en 1998: “Los cuadernos de Valdano“. El exDirector General del Real Madrid, hasta que llegó Mourinho, recordó a Sulú Cirioni, un amigo del fútbol que jugaba en su Las Parejas natal, y siempre se ponía desodorante antes y durante el partido. Todo tiene una lógica explicación.
¿Cuál es el significado del uso del desodorante?. Cualquier persona común pensaría que era por el mal olor, quizás sí, pero no en este caso. Cirioni se ponía desodorante, no voy a mencionar la marca porque no me paga, con un mensaje que tenía doble significado, demostrar que no había transpirado y que tampoco lo iba a hacer.
Sulú Cirioni tenía una apariencia impecable, caminaba por la calle y su presencia hacía derretir a las mujeres. Era el admirado del barrio, el que mejor vestía y olía. Cuando jugaba al fútbol no era la excepción. Si la cancha era de tierra, él salía al campo vestido de blanco y cuando finalizaba el partido seguía impecable. No usaba Trenet, no lo necesitaba. Su talento, su pegada con los cordones y su caminata suave en el centro de la cancha lo hacían ser diferente, una especie de Riquelme en la actualidad, pero jugando mucho más y corriendo bastante menos.
El desodorante era la forma que tenía Cirioni para demostrarle a sus compñaeros que no había corrido y que no pensaba hacerlo. Con la cabeza le sobraba y a eso Valdano lo destaca: “todos lo aceptábamos porque era un jugador imprescindible, Sulú ponía la pausa”. Esa pausa que hoy se extraña, no la sabe hacer cualquiera en este fútbol que se corre tanto y se juega poco. El talento necesita de confianza y cuando la encuenta paga con fútbol. Cirioni cumplía siempre. Valdano ahí estaba feliz.
Fueron pocos los que tuvieron la suerte de ver a Cirioni, algunos afirman que es un mito, una ficción lejana que está lejos de la realidad. Con sólo mencionar al compañero de Valdano se me viene a la cabeza el Trinche, ese que supuestamente era mejor que Maradona, el mismo que Menotti habría convocado a la selección. El fútbol nuestro está lleno de anécdotas, son miles, las cuentan y las repiten, algunas serán verdad y otras no, sin embargo le hacen bien a la pelota, porque el fútbol no es solamente de quienes vemos por televisión todos los domingos, sino también de aquellos que lo practican desde el amateurismo más puro, donde la plata no tiene valor.
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