Barcelona le ganó 2-1 al Atlético Madrid del Cholo Simeone con goles de Dani Alves y de Lionel Messi, para los locales había empatado transitoriamente el colombiano Radamel Falcao García.
Messi es eterno, no se cansa nunca de ser el protagonista de los partidos más trascendentes del Barcelona. Nadie se lo esperaba, porque nadie piensa como él. Su velocidad mental es tan determinante como sus gambetas en velocidad y su pie izquierdo. Tiro libre para la Pulga, quien pateó cuando todos estaban pendientes de la barrera que él no había pedido. Gol. Triunfo. Inteligencia.
El Rosarino le lleva un segundo a todos, porque nadie se esperaba nada de él, porque estaba desaparecido en la cancha. Apareció en la noche de Madrid, cuando toda la capital española festejaba; algunos por el empate y otros porque se alargaba de diferencia de puntos entre el Real y el último campeón.
Messi fue determinante en dos situaciones del partido: la primera para dejar solo a Dani Alves en el gol; la segunda para ser autor y director del suyo. El argentino se llevó todos los galardones, el Barcelona el triunfo, pero la otra figura destacada de la noche española fue Radamel Falcao, el ex jugador de River, quien fue la figura de su equipo.
Las atajadas de Víctor Valdés fueron decisivas, porque el Barça la pasaba mal en Madrid y él arquero respondió. Le respondió a sus compañeros y a Diego Maradona, quien debería preocuparse más por el arquero del Al Wasl, ya que en la semana había dicho que La Pantera de Hospitalet era malo. Hoy fue determinante, como casi siempre.
La única mala de la noche fue que Messi llegó a la quinta amarilla y no jugará frente al Gijón. Barcelona volvió a ganar y no le perdió pisada al Real Madrid, aunque los diez puntos de diferencia parecen irremontables.
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