El capitán de la Selección argentina, Lionel Messi, fue elegido como el mejor jugador del año por tercera vez consecutiva, y alcanzó a los holandeses Johan Cruyff y Marco van Basten, y al francés Michel Platini en la lista de jugadores que más veces recibieron el Balón Oro.
No es un reconocimiento más el que tuvo el jugador del Barcelona, porque a los 24 años se transformó por tercera vez consecutiva en el mejor jugador del mundo, e igualó a jugadores que marcaron el rumbo del fútbol antes que él. Cada uno a su manera, marcando una época. Cruyff, Van Basten y Platini, pasaron a ser un grato recuerdo. Messi es presente, contemporáneo a las nuevas generaciones.
Entre la década del cuarenta y del sesenta, Alfredo Di Stéfano regó de fútbol los estadios más importantes del mundo. Goleador de todas las ligas en las que jugó. Figura en River, palabra mayor en Millonarios y presidente honorífico del Real Madrid. Obtuvo dos balones de oro (1957/59). Levantó cinco copas de Europa y una Copa Intercontinental con el conjunto Merengue, y una Copa América con la Selección argentina. La historia lo premió: Es considerado, por muchos, uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
La pregunta del millón nunca tuvo respuesta. ¿Quién fue mejor? ¿Pelé o Maradona?. Cada uno fue Rey en su época. Cuando el brasilero se retiraba, el argentino empezaba a ilusionarnos con el fútbol que desplegaba en Argentinos Juniors. Edson Arantes do Nascimento ganó tres mundiales, y Diego Armando Maradona, solo uno. El primero jugó en Brasil y en Estados Unidos, el segundo desplegó magia por todo el mundo. La Perla Negra marcó más de mil goles, pero el Cabecita Negra se puso al hombro el sur de Italia, y consiguió que Napoli sea más respetado que cualquier equipo del norte. Dos jugadores diferentes y parecidos al mismo tiempo. Dos amantes de la pelota, que hicieron del fútbol, un espectáculo.
Podemos estar horas nombrando jugadores que hicieron historia y marcaron un tiempo en el fútbol, pero este es el momento de resaltar a los tres futbolistas que habían llegado a la cima del mundo a base de su talento, pero que hoy pasaron a segundo plano por la velocidad, el regate, la zurda y los goles de una pulga que aprendió en Rosario, se formó en La Masía, y hoy da lecciones de fútbol gratis para todo el planeta.
Holanda nunca ganó un Mundial, pero en tres oportunidades estuvo cerca. En 1974, Alemania le dio una clase de táctica, defensa y contragolpe, y así de la mano de Franz Anton Beckenbauer obtuvo el trofeo más preciado a nivel Selección. En 1978, sin Cruyff, llegó al alargue ante Argentina, otra vez contra el local, y más allá de haber merecido un poco más se quedó con las manos vacías. En el último mundial, el del 2010, dejó de lado su historia y su identidad, las patadas de Nigel De Jong no alcanzaron para ganarle a la Selección española. Así y todo, dos de los cuatro jugadores que más veces obtuvieron en Balón de oro vistieron la camiseta naranja.
Cruyff fue el primer gran jugador, por lo menos así lo veía la revista France Football, la cual entregó el Balón de Oro desde 1956 hasta el 2009. Primero al mejor jugador europeo, después al mejor del mundo. El holandés fue estrella del Ajax, con quien obtuvo 19 títulos, y de la mano de Rinus Michels hizo escuela, llevando el fútbol total a todas las canchas del mundo, porque tanto el mejor equipo del país y la Selección mantenían la misma idea. En Barcelona ganó otros nueve títulos, tres de ellos bajo la dirección técnica de César Luis Menotti. En el 2004 fue elegido como el mejor jugador holandés del siglo XX, también como el mejor jugador de Europa, y fue incluido entre los cien mejores jugadores de toda la historia.
El otro holandés que deleitó al mundo con su fútbol fue Van Basten, el también recibió tres veces el Balón de oro. Ajax fue su casa, pero en el Milan llegó a su máxima expresión como futbolista, allí recibió todos los galardones que él merecía. Consiguió la Euro con Holanda en 1988, y títulos por doquier en su país y en Italia. En el 2004,la FIFA lo eligió como el cuarto mejor jugador de la historia.
Michel Platini fue el mejor jugador de la historia de Francia hasta que llegó Zinedine Zidane. Llevó al Nancy a la gloria, a la Juventus le hizo escalar el Everest, y a su país le hizo tocar el cielo en 1984 cuando consiguió la Euro. Tres veces ganó el Balón de oro, y en el 2004 la FIFA lo puso en la lista de los 125 mejores jugadores vivos de la historia.
Desde Di Stéfano a Messi, todos fueron parte rica y gloriosa de nuestro fútbol. Todos marcaron una época, y pueden dar cátedra de ella. Cuatro fueron los jugadores que recibieron tres veces el máximo galardón, pero otros tantos lo merecían. Nadie explica como Maradona ganó un mundial y no lo obtuvo, y Pelé, que llevó a Brasil a la cima, quedó olvidado a la hora de recibir el premio. Todo pasa, dice el vicepresidente de la FIFA, a quien no vamos a nombrar.
“Tanta gloria, tanto fútbol, desplegaron por el mundo”. Aquella canción que alguna vez creó una marca para Argentina, hoy le queda mejor que nadie a todos estos jugadores que marcaron el rumbo, que guiaron al fútbol a ser lo que es hoy, el deporte con más seguidores en todo el planeta. Millones de personas dan todo por ver a dos piernas cuidando a una pelota.
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