El delantero argentino Lionel Messi volvió a brillar y se transformó en el máximo goleador de la historia del Barcelona, porque marcó tres goles y llegó a los 234, de esta manera César Rodríguez pasó a segundo plano, quedó en el recuerdo, porque todos somos contemporáneos al rosarino. El mundo aplaude de pie a la Pulga.
El partido ante el Granada pasó a segundo plano cuando los historiadores del club catalán descubrieron que César tenía tres goles menos de los que ellos pensaban, entonces a partir de ese momento todo comenzó a girar entorno a Messi, porque el argentino estaba a un gol de igualar al máximo goleador de la historia, y a dos tantos de transformarse él en el Pichichi leyenda del equipo Blaugrana.
Pase de la Pulga, y gol de Xavi; Centro de Isaac Cuenca, pase a la red de Messi. Así comenzaba la historia en el Camp Nou. Para el comienzo del segundo tiempo ya se sabía que el delantero argentino había alcanzado a César en la tabla de artilleros históricos del club, pero a la fiesta había que ponerle emoción. En cinco minutos Mainz y Siqueira empataron el partido, pero faltaba algo más. Hoy era el día.
Dani Alves levantó la cabeza y vio solo al mejor del mundo, le tiró una pelota que solo un elegido podía cambiarla por gol de la manera en que lo hizo Messi. El rosarino vio adelantado al arquero e instantáneamente le tiró la pelota por arriba del cuerpo. No podía ser de otra manera. Tenía que ser así. Un golazo. A la altura del mejor jugador que vio el césped del Camp Nou.
Los minutos siguieron pasando y Messi nos siguió dejando a todos sin palabras, sin adjetivos. No se lo puede distinguir con nada, todo le queda chico. Porque después intervino en el gol de Tello y con otra genialidad marcó el quinto del equipo, el tercero en su cuenta personal. No hay comparación alguna para semejante jugador. El mejor de su era, quizás el mejor de todos los tiempos.
Con tan solo 24 años, un argentino, que es oriundo de Rosario, se transformó en el goleador de uno de los clubes más grandes de Europa. Messi llegó a los 234 tantos, dos más que César Rodríguez. No vamos a ver otro jugador igual, solo tiene 314 partidos. Somos todos contemporáneos a Lio. Un jugador diferente, que no solo creció por los avances de la medicina, sino también por la idiosincrasia de un club.
Sí, el Granada por momentos hizo temblar al Barcelona, quien terminó resolviendo el partido y ganó 5-3, pero eso es solo para las estadísticas, para no perderle pisada al Real Madrid. Hoy es el día de Messi, el protagonismo se lo llevó él. Como casi siempre.
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