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Estadios por el Mundo (III): El Libertadores de América

El Libertadores de América aún no está terminado pero, desde octubre del 2009, el renovado estadio ha tenido un uso a la altura de los grandes espectáculos deportivos del mundo. Allí, el Rojo ganó la Copa Sudamericana 2010, jugó la final de la Recopa 2011 y además, Los Pumas lo eligieron como sede del partido premundialista frente a Barbarians Francesas.

Independiente sigue esperando un estadio a la altura del Rey de Copas.

A menos de tres años de su inauguración, el nuevo estadio del Rojo estuvo acorde a su historia. Más allá de no estar terminado debido a una pésima gestión económica e institucional del señor Julio Comparada, el Libertadores de América, poco a poco, se va transformando en uno de los grandes estadios de Argentina. En la Caldera del Diablo ya se jugaron los torneos locales e internacionales más importantes.

Al día de la fecha, el Libertadores de América puede alojar a 41.637 espectadores, debido a que el sector Bochini y las Gargantas 3 y 4 se encuentran en remodelación.   De terminarse el estadio, casi 51.000 personas podrán ver al Rojo de Avellaneda en su casa.

El Libertadores de América está sin terminar, pero la historia más rica de Independiente se vivió y se sintió en la ya demolida Doble Visera, que fue el primer estadio de América en ser construido cien por ciento de cemento.  Mucho tuvo que ver Manuel Seoane, porque la gente llenaba todas las canchas para verlo a él, que no solo era jugador de Independiente, sino que también es uno de los primeros grandes jugadores de la historia argentina. Tal es así, que Boca se lo llevó a la famosa Gira del 25  y, de los 40 goles que hizo el equipo Xeneize, 16 fueron del volante del Rojo.

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Seoane jugaba, hacía deleitar a los hinchas, e Independiente recaudaba. Así fue que el primer equipo de América en hacer una cancha de cemento fue argentino. Mucho tuvo que ver un jugador. La historia se volvió a repetir con Sergio Agüero y con Oscar Ustari, porque con el dinero de sus ventas al exterior se demolió la Doble Visera y se empezó a  construir el Libertadores de América.

El 4 de marzo de 1928, Peñarol de Uruguay sería anfitrión de la tarde en que la Doble Visera abrió sus puertas; Independiente invitó a un club grande de América para un partido de semejante envergadura. ¿Quién hubiera dicho que, años después, Rojos y Aurinegros iban a ser protagonistas de los torneos más importantes a nivel continente?. Lo marcaba el destino.

Pasaron los años, la historia marcó un camino. Primer estadio de cemento del mundo. Primer partido frente a otro equipo que iba a dar que hablar. En ese estadio, el cual muchos decían que sería una locura construir, el Rojo dio vueltas, llegó a la cima del mundo, se transformó en el Rey de Copas, en el orgullo de más de media ciudad y de un país. Independiente del mundo, para el mundo.

[youtube btxmfIvdk7o]

Los clubes más importantes del mundo y del continente se apichonaron en el césped de la Doble Visera. Finales internacionales de todo tipo, e incluso un dato no menor:  Alfredo Di Stéfano, Pelé, Johan Cruyff y Diego Maradona jugaron ahí. El estadio de Independiente es el único estadio del mundo en el que jugaron cuatro de los cincos mejores jugadores de la historia hasta ese momento.

La historia lo predijo, pero los sucesos lo transformaron en un realidad. No se sabe si fue el destino, o quien ande dando vueltas por ahí. Primero en la Doble Visera, el Rojo fue campeón de todo; Independiente, la escuela del mundo, con los mejores profesores: desde Manuel Seoane, hasta Ricardo Bochini. Décadas de fútbol, de buen fútbol, los cuales llevaron a Argentina a los primeros planos.

Un club oriundo de Avellaneda, que primero se transformó en el Rey de Copas, y después en el Orgullo nacional.

Una imagen vale más que mil palabras. El único estadio del mundo en el que jugaron Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona, no es más que un recuerdo.

Hoy, el estadio del Rojo es el Libertadores de América, pero la Doble Visera de Bochini y Alsina, debería haber sido un monumento nacional. Un monumento al fútbol. Prohibido olvidar.

Twitter: @Ibarraguille

El Libertadores de América aún no está terminado pero, desde octubre del 2009, el renovado estadio ha tenido un uso a la altura de los grandes espectáculos deportivos del mundo. Allí, el Rojo ganó la Copa Sudamericana 2010, jugó la final de la Recopa 2011 y además, Los Pumas lo eligieron como sede del partido premundialista frente a Barbarians Francesas.

Independiente sigue esperando un estadio a la altura del Rey de Copas.

A menos de tres años de su inauguración, el nuevo estadio del Rojo estuvo acorde a su historia. Más allá de no estar terminado debido a una pésima gestión económica e institucional del señor Julio Comparada, el Libertadores de América, poco a poco, se va transformando en uno de los grandes estadios de Argentina. En la Caldera del Diablo ya se jugaron los torneos locales e internacionales más importantes.

Al día de la fecha, el Libertadores de América puede alojar a 41.637 espectadores, debido a que el sector Bochini y las Gargantas 3 y 4 se encuentran en remodelación.   De terminarse el estadio, casi 51.000 personas podrán ver al Rojo de Avellaneda en su casa.

El Libertadores de América está sin terminar, pero la historia más rica de Independiente se vivió y se sintió en la ya demolida Doble Visera, que fue el primer estadio de América en ser construido cien por ciento de cemento.  Mucho tuvo que ver Manuel Seoane, porque la gente llenaba todas las canchas para verlo a él, que no solo era jugador de Independiente, sino que también es uno de los primeros grandes jugadores de la historia argentina. Tal es así, que Boca se lo llevó a la famosa Gira del 25  y, de los 40 goles que hizo el equipo Xeneize, 16 fueron del volante del Rojo.

Seoane jugaba, hacía deleitar a los hinchas, e Independiente recaudaba. Así fue que el primer equipo de América en hacer una cancha de cemento fue argentino. Mucho tuvo que ver un jugador. La historia se volvió a repetir con Sergio Agüero y con Oscar Ustari, porque con el dinero de sus ventas al exterior se demolió la Doble Visera y se empezó a  construir el Libertadores de América.

El 4 de marzo de 1928, Peñarol de Uruguay sería anfitrión de la tarde en que la Doble Visera abrió sus puertas; Independiente invitó a un club grande de América para un partido de semejante envergadura. ¿Quién hubiera dicho que, años después, Rojos y Aurinegros iban a ser protagonistas de los torneos más importantes a nivel continente?. Lo marcaba el destino.

Pasaron los años, la historia marcó un camino. Primer estadio de cemento del mundo. Primer partido frente a otro equipo que iba a dar que hablar. En ese estadio, el cual muchos decían que sería una locura construir, el Rojo dio vueltas, llegó a la cima del mundo, se transformó en el Rey de Copas, en el orgullo de más de media ciudad y de un país. Independiente del mundo, para el mundo.

Los clubes más importantes del mundo y del continente se apichonaron en el césped de la Doble Visera. Finales internacionales de todo tipo, e incluso un dato no menor:  Alfredo Di Stéfano, Pelé, Johan Cruyff y Diego Maradona jugaron ahí. El estadio de Independiente es el único estadio del mundo en el que jugaron cuatro de los cincos mejores jugadores de la historia hasta ese momento.

La historia lo predijo, pero los sucesos lo transformaron en un realidad. No se sabe si fue el destino, o quien ande dando vueltas por ahí. Primero en la Doble Visera, el Rojo fue campeón de todo; Independiente, la escuela del mundo, con los mejores profesores: desde Manuel Seoane, hasta Ricardo Bochini. Décadas de fútbol, de buen fútbol, los cuales llevaron a Argentina a los primeros planos.

Un club oriundo de Avellaneda, que primero se transformó en el Rey de Copas, y después en el Orgullo nacional.

Una imagen vale más que mil palabras. El único estadio del mundo en el que jugaron Di Stéfano, Pelé, Cruyff y Maradona, no es más que un recuerdo.

Hoy, el estadio del Rojo es el Libertadores de América, pero la Doble Visera de Bochini y Alsina, debería haber sido un monumento nacional. Un monumento al fútbol. Prohibido olvidar.

Twitter: @Ibarraguille