Juan José López, el último entrenador que tuvo River antes de irse a la B, no se puso de acuerdo en lo económico con Racing de Olavarría y, por suerte para los hinchas del Chaira, no será entrenador del equipo que milita en el Argentino A.
Para los desprevenidos, al ex técnico de River Juan José López le volvieron a ofrecer trabajo. Después de la renuncia de Gustavo Romanello, el presidente del club más popular de Olavarría, Adolfo Palahy, se comunicó con allegados al Negro, para darle una nueva oportunidad, pero las diferencias económicas entre el entrenador y el club no hicieron posible el acuerdo.
Racing es el equipo más importante de la ciudad en lo que respecta al fútbol, ya que ha ganado 15 torneos organizados por la Liga Olavarriense de fútbol y desde el año 2000 participa en todos los torneos regionales.
Hubiera sido una revancha para el técnico que marcó la historia de uno de los clubes más importantes de Argentina, porque bajo la conducción de él descendió River Plate. Una ciudad lo esperaba, muchos para insultarlo y otros para agradecerle.
El año pasado Racing ascendió al Argentino A, donde hoy se encuentra en la tercera posición, un punto por debajo de Douglas Haig, el equipo que marcó a la Motosierra humana, a Heber Ludueña.
En la tarde de ayer López salió al aire en el programa que conduce Mariano Closs, Rock and Closs, y manifestó sus ganas de dirigir, pero al mismo tiempo dejó en claro que la chance ya la había dejado pasar: “Agradezco a la gente de Olavarría que estuve reunidos con ellos y que pensaron en mí. Me reuní en Las Flores con ellos, quienes hicieron un esfuerzo, al igual que yo. No pudimos llegar a un acuerdo económico, porque futbolísticamente aceptaba el reto, ya que ellos están bien y el equipo está cerca de clasificar de fase”, sintetizó el Negro ante una nueva propuesta.
Lo de Jota Jota y Racing, por lo visto, fue solo un coqueteo mediático, tanto para el entrenador como para el club, ya que era muy difícil que un profesional de la altura de Juan José López pueda aceptar la propuesta futbolística y económica de un equipo de tercera categoría.
El Negro no solo se refirió a su vuelta frustrada a la dirección técnica, sino que también volvió a hablar de su paso por el club más campeón del fútbol argentino: “Hicimos una buena campaña en la que no se logró el objetivo final. Lo que pasa es que no nos pudimos quedar en Primera y al ser River todo repercute más. Uno sabe que no hizo tan mal las cosas, debido a que logramos 57 puntos y clasificamos a Copas internacionales. De no haber sido por los promedios, hubiese sido una gran campaña. Lo mismo me pasó con Talleres de Córdoba”, reflexionó López ocho meses después del día que se manchó la historia de River.
Jota Jota hubiera tenido una revancha, se le hubieran terminado las vacaciones y el karma del descenso del Millo hubiera quedado atrás por un tiempo, porque su cabeza iba a estar ocupada buscando la manera de conseguir el ascenso del Chaira, ahora vuelve a lo mismo. Siempre River, por siempre River, esa marca negra estará en la mente del Negro toda su vida.
La historia no dirá que Juan José López dirigió y consiguió un ascenso histórico con un equipo de tercera categoría. La historia no dirá que el Negro resucitó, que buscó revancha, que quiso demostrar que él podía. Nada de eso, nada de sueños. Jota Jota dijo que no, porque los números no le cerraban, los mismos números que no cerraron hace ocho meses, cuando el equipo que él dirigía clasificó a las copas, pero sin embargo descendió.
Un Juan José López auténtico, al cual no hay que hablarle de matemáticas.
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