Israel Damonte está cerca de volver a jugar en Estudiantes, sin embargo, más allá de haber sido el mejor jugador de Nacional en el semestre, tiene una historia para contar, que está lejos del fútbol, pero cerca de la vida.
En el Bolso gritó campeón, como con Arsenal de Sarandí, pero en el equipo uruguayo resaltó por un gesto, que para muchos será insignificante, pero que marca para siempre a las personas. Una chica de 21 años sufría leucemia, todo su entorno sabía que le quedaba poco y le querían cumplir un sueño, que conociera a su ídolo de la actualidad: Israel Damonte.
El futbolista oriundo de Salto se enteró del mencionado episodio y se acercó al Hospital Maciel, ubicado en la Ciudad Vieja de Montevideo, y le llevó diferentes obsequios del Bolso. Esto es algo normal, todos lo hacen, pero el volante sobresalió porque desde esa tarde la fue a visitar todos los días. Se acercó a la familia, se puso a disposición con presencia y no con palabras. El volante acompaño a la chica hasta los últimos momentos e incluso presenció posteriormente el velatorio. Damonte no tuvo un gesto para la foto, hizo lo que sentía.
El jugador surgido de las inferiores de Estudiantes de La Plata le ofreció a la familia su auto y cuando fue necesario la llevó a la Ciudad de Mercedes, donde fue velada la chica de 21 años.
Hay cosas que exceden al fútbol y Damonte quedará para siempre en el corazón de los hinchas de Nacional más allá de lo que hizo como jugador. Un gesto vale más que una foto y millones de palabras.
“Estudiantes es mi casa, es la realidad. Es el club donde yo nací, del que soy hincha y el que me enseñó todo, pero la realidad también marca que la felicidad en el fútbol la conocí acá en Nacional. Valoro lo de Estudiantes, pero en su momento me terminó dejando libre, no la institución, sino las personas que estaban en ese momento”, afirmó el volante que está próximo a volver a La Plata, por más de que algunas heridas del pasado sigan abiertas. Gracias al fútbol, Damonte le pudo dar una última alegría a Kenia.
Comentarios