Carlos Tevez nació en el Barrio Ejercito de Los Andes, sus primeros pelotazos fueron con la camiseta de All Boys pero fue ídolo por primera vez en La Boca, de allí pasó a Brasil, donde enamoró a la torcida del Corinthians, para luego irse a Londres y salvar del descenso al West Ham. En Inglaterra se hizo respetar primero en la Capital y luego en Manchester, donde fue héroe y villano de los dos equipos de la ciudad, el United y el City. El apache ayer volvió a salir campeón, sumó en Italia lo que ya había conseguido en Argentina, Brasil e Inglaterra.
“Oh, le, le, oh, la, la, déjalos a los ingleses, venite para acá”, le cantaba la hinchada de Boca la tarde del 5 de febrero del año pasado cuando Tevez dio el puntapié inicial de la despedida de Martín Palermo. En ese momento el delantero estaba peleado con el entrenador del Manchester City y un camión de basura ya había dado una vuelta para que los hinchas de los dos equipos de la ciudad tiraran su camiseta en disconformidad con las actitudes del argentino, porque del United se fue al City y en el City no quería ser suplente, o algo así dicen. Lo que nadie sabía, ni se esperaba, era que el Apache iba a volver a ser ídolo, porque a Mancini se le escapaba la Premier y tuvo que recurrir de nuevo al exBoca. Tevez gestó la jugada del empate ante el Chelsea, que fue un penal, y después asistió a Nasri para el 2-1 final la tarde de su vuelta. Carlitos empezó a sumar minutos y goles, para luego transformarse en el primer jugador extranjero que ganó dos ligas inglesas con clubes diferentes, como así también el primer argentino en ser campeón siete veces en Inglaterra (Tres Premier; dos Communitty Shield y una FA Cup).
Tevez hizo méritos para ser querido en todas partes, más allá de sus deslices, porque en Boca ganó la Libertadores y la Copa Intercontinental, además con el Manchester United ganó la UEFA Champions League y con el Seleccionado argentino se colgó la medalla dorada en Grecia. Ningún jugador en la historia suma estos cuatro palmares en su haber. Eso también lo hace diferente al Apache, quien ayer sumó su título décimo catorce a nivel clubes.
Al delantero criado en Fuerte Apache siempre lo eligieron para jugar los partidos importantes, sino pregúntenle a Alex Ferguson, que lo ponía de suplente porque Dimitar Berbatov era más caro pero cuando había que elegir a un jugador en las finales, el elegido siempre era Tevez, ya sea en la Champions o la tarde en que en United la ganó 2-0 al Arsenal y se coronó campeón de la Premier por segunda vez consecutiva.
Carlos Tevez tuvo su debut soñado ayer en Italia, porque después de las idas y vueltas con Mancini, la comisión directiva y el Manchester City, finalmente el Apache se pudo ir de Inglaterra, pero más allá de su deseo, su recibida fue levantando la Supercopa de Italia y marcando un gol en el 4-0 ante la Lazio.
El jugador del pueblo dio una vuelta olímpica en cada país en el que jugó y fue ídolo de cada club que se puso la camiseta, llámese Boca, Corinthians, West Ham, Manchester United/City e incluso el Seleccionado argentino.
Tevez apostó a otro fútbol y seguramente no se equivocó, su apellido ya es título en los diarios de un país por naturaleza futbolero. El Apache eligió jugar para el campeón de Italia con un nuevo desafío, que es la cuenta pendiente de esta nueva generación de la Juve, ganar la Champions League. Tevez es el camino.
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