Desde hoy quedó confirmado que Boca y River jugarán el primer superclásico del verano en Resistencia, Chaco, en el estadio Bicentenario de la capital provincial, según confirmó su gobernador, Jorge Capitanich.
Atrás quedaron las chicanas de los dirigentes de Boca que decían que “no iban a jugar con equipos de otra categoría“, y las previsiones de los de River que afirmaban que “era una locura jugar”, por miedo a posibles incidentes. La realidad es que se podría decir que ambos equipos tienen “cosita” a perder, fuese cual fuese la categoría, porque las cargadas de “te ganó uno de la B” o “le gané a uno de la B“, podrían ser el desencadenante de cualquier tipo disturbio o critica el próximo 28 de enero, fecha del encuentro.
El estadio Bicentenario de Chaco había sido inaugurado el 25 de mayo de este año en el partido que Argentina le ganó 4-2 a Paraguay, con goles de Gabriel Hauche, Federico Fernández y Enzo Pérez, mientras que para los Guaraníes marcaron Pablo Zeballos y Elvis Marecos, ante la presencia de 25 mil personas.
Capitanich fue reelecto gobernador de Chaco en septiembre, con más del 66 por ciento de los votos, representando al frente Chaco merece más, que está unido al Partido Justicialista. Desde la reelección, fue la provincia que más peleó por organizar el superclásico del verano, que por razones de seguridad ya se había estipulado que no se iba a jugar en Mar del Plata.
Todavía no se sabe nada de donde se jugará el segundo partido, ya que siempre se disputan dos. Fuentes cercanas al River dicen que se jugaría en Mendoza, como siempre, pero Córdoba también quiere llevarse uno de los partidos más importantes del verano. Algunos insisten en que podría jugarse en Miami, Estados Unidos, porque hay mucha plata de por medio, pero es una posibilidad que se va diluyendo de a poco.
Los dos equipos más grandes e importantes del fútbol argentino volverán a verse las caras. Esperemos que gane el fútbol.
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