Carisma, buen pie y kilos. Palabras más, palabras menos, esa puede ser una rápida descripción de Cristian Fabbiani. La vida del Ogro en torno a River parece ser una novela escrita por Alberto Migré. Idolatrado y recibido como un ídolo, el delantero llegó a la institución de Núñez para ponerle fin a una serie de malos resultados. El desempeño no fue bueno y el jugador devenido en botinero tuvo que escaparse por la puerta de atrás.
“Si adelgaza, Fabbiani va al Mundial” disparó alguna vez Néstor Gorosito. Con esa esperanza lo recibía el público de River. Después de haber tenido una muy buena temporada en Newell´s, el Ogro recaló en el Millonario. Tal era el nivel del delantero, que la dirigencia rojiblanca lo consideró como el jugador que iba a salvar al club después de la peor campaña de la historia. -El Torneo Apertura 2008-. Además, la falta de referentes en la institución parecía sanearse con la presencia de un hombre que despilfarra desfachatez. El propio Pipo llegó a decir: “Fabbiani es referente sin haber llegado”. Pero eso no es todo, hasta el mismo Norberto Alonso lo recibió con los brazos abiertos: “Hoy Fabbiani ocupa el lugar de Ortega”.
Caretas de Shrek. Camisetas con el número 23. Todo el marketing alrededor del debut del potente delantero. No obstante, el gran golpe mediático se dio recién en la segunda fecha del Clausura. El partido con Banfield explotó de gente pidiendo a gritos el ingreso del delantero. El Ogro entró y asistió de manera perfecta a Radamel Falcao y metió el 2-0 que en ese momento sería definitivo. Ahora bien, más allá de un buen primer encuentro, la producción de Fabbiani en el torneo fue muy poca. En los primero seis meses -entre Copa y Campeonato- jugó 21 partidos y sólo metió dos goles.(En total fueron 32 partidos y tres goles) Incluso, en la mayoría de los duelos entró desde el banco de suplentes. Los problemas en su peso y las lesiones ya se empezaban a notar. Lentamente, el hincha comenzó a cambiar su opinión.
El tiempo de Fabbiani en River se terminó en medio del apertura 2009. En plena pretemporada, se casó la polémica Victoria Vanucci. El festejo no cayó bien ni en los hinchas, ni en el plantel. Ambos vieron que esta actitud del Ogro no sumaba para la crisis que estaba viviendo el equipo. Finalmente, el 7 de Noviembre de 2009 -ya bajo la dirección de Leonardo Astrada- Cristian jugó contra Newell´s en lo que sería su último partido con la banda. A partir de allí, el ogro no vistió nunca más los colores millonarios. En medio de una depuración del plantel, en Diciembre de ese mismo año, el Jefe le dijo al delantero que no iba a ser tenido en cuenta para la próxima temporada.
Desde el momento en que Cristian Fabbiani abandonó Núñez, comenzaron a correr rumores entorno a él. Después de estar 6 meses sin jugar, Roberto Bugallo lo llevó para All Boys. Después de su paso por el club de Floresta, se fue -de la mano de Vila- a jugar a Independiente de Mendoza. En medio de sus constantes cambios de club, el Ogro siguió teniendo escándalos con River. En ambas ocasiones, se trató de comentarios a través de Twitter. “Mirén quien metió el gol… el chupapija de los dirigentes” .En aquel momento, el autor del gol había sido Ferrari. A su vez, en otra oportunidad su cuenta apareció con: “Yo soy hincha de corazón de River pero lamento decir que Oscar Ahumada tenía razón”. Claro está, que Fabbiani se disculpó las dos veces y que se defendió alegando que le habían robado el celular y diciendo que su primo lo había escrito.
En la actualidad, Fabbiani se regodea diciendo: “Sería lindo volver a River”, “River va a salir campeón 4 fechas antes” y “En River me faltó salir de noche”. Más allá de la veracidad de todas estas frases, no caben dudas que la ciclotímica relación entre el Ogro y River terminó hace rato. Ahora, sólo queda que a ambos les vaya bien, pero seguramente, por caminos separados.
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