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River se perdió

Eso es lo que se vio anoche en el Bajo Flores, un River completamente perdido. Se supo inferior de antemano y salió a esperar a un San Lorenzo que mas allá de ser superior, lo ganó gracias a un error arbitral.

Luego de que se cortara la racha invicta como local el último fin de semana frente a Colón de Santa Fe, River encaraba dos partidos cruciales de cara al futuro. El primero, era el de ayer por la noche frente a San Lorenzo. Principalmente por una cuestión numérica, los millonarios lograron tan solo cuatro puntos en lo que va del torneo. Pero también crucial por ser una de esas pruebas en donde hay que demostrar cuales van a ser las aspiraciones en el torneo. Y en esta prueba, River volvió a perder.

Los primeros 25 minutos de juego del partido pasado habían sido la mejor versión de River desde hace un tiempo atrás. Las triangulaciones en el medio campo, el desborde por los costados y la rapidez ofensiva parecían ser las aptitudes a explotar. Sin embargo, nada de eso ocurrió en el partido siguiente. San Lorenzo salió decidido a ser protagonista del encuentro y a River no le incomodo ni un poco esperarlo atrás. En la primera mitad, el equipo visitante fue puro pelotazo para saltear la línea media del Ciclón.

En la segunda parte, el ingreso de Carbonero por el desaparecido Fabbro buscaba solidificar el equipo. El cambio de esquema y el posicionamiento de Kranevitter junto a Ledesma en el doble 5 tenía como objetivo darle la pelea al equipo local en el medio campo. Luego de que se encontraran con el gol gracias al regalo del árbitro, San Lorenzo le cedió la posesión de la pelota a River. Y los visitantes, obligadamente tuvieron que salir a buscar el empate. En ese momento, cuando tuvo que ser protagonista,  fue cuando se vio la principal falencia del millonario, la creación de juego.

Ya sin el fantasma de Fabbro en cancha pero con Lanzini y con Vangioni como volante tras el ingreso de Funes Mori en la defensa, River no mostró armas suficientes como para complicar al azulgrana. Un poco de juego asociado en el medio que se disolvía al llegar a los ¾ de cancha, para terminar en pelotazos al área fueron los únicos argumentos que expusieron los visitantes como para llevarse el empate.

Párrafo aparte merece el árbitro Darío Herrera, que cobró un dudoso penal. Y que luego del atajadón de Barovero, pidió que se vuelva a ejecutar porque a instancias del juez de línea acusaron que “Trapito” se había adelantado. En la repetición se pudo apreciar claramente que eso no ocurrió. Lo más raro es que ese ojo de halcón no funcionó en la segunda emisión donde hubo invasión de campo por parte de los jugadores de San Lorenzo, pero claro había sido gol. Ni hablar del clarísimo penal que le comete Kanneman a Maidana en la última jugada del partido. Pero, por supuesto,  esos penales si son a favor de River no se cobran. Solo cuando son en contra, como el de la primera fecha en el bosque. Una genialidad más de la AFA que designa para el partido más importante de la fecha a un novato juez con tan solo 10 partidos dirigidos en primera división.

San Lorenzo fue ampliamente superior, pero sin ese error garrafal del árbitro el partido terminaba en un triste 0 a 0. Triste como el nivel de juego mostrado por River en lo que va del inicial. Ya se jugó un 25 % del torneo y River tan solo cosechó cuatro puntos de quince posibles. De acá en más, no se puede perder más. La punta quedó lejos y todos los cañones deben ser apuntados a la Copa Sudamericana. Pero más allá de eso, acá hace falta trabajar. Que River no patea al arco es una realidad. Asi como también es una realidad que no llega  al area rival, pero son cosas que se pueden solucionar. Solo hace falta tiempo para trabajar. Cosa que, gracias a  la espalda que tiene el entrenador en el club, tendrá.