Luego de igualar con Belgrano en el monumental, los dirigidos por Ramón Díaz tenían la obligación de viajar a Santa Fe con un solo objetivo, traerse los tres puntos. Cuando se llevan jugadas trece fechas de este Torneo Inicial 2013, River ya quedó lejos de la cima del campeonato. Pero igualmente debe sumar lo máximo posible de acá a la finalización del mismo, si no quiere pasar ningún sobresalto el próximo semestre.
Objetivo que no pudo concretar por dos razones que se repiten nuevamente, la falta de efectividad de sus delanteros y los groseros errores arbitrales que lo perjudican. Con el ingreso de Leonel Vangioni, que cumplió su fecha de suspensión por haber llegado a las cinco amarillas, por Ramiro Funes Mori como único cambio con respecto al equipo que empató con los cordobeses el pasado domingo, River salió a jugar el partido decidido a ir a buscarlo desde el inicio.
Al primer minuto de juego, Ponzio (otra vez de pésimo rendimiento) avisó con un tibio remate que salió desviado. Cuando habían pasado tan solo 15 minutos de partido Jun 13, 2011 – buy esomeprazole Online. esomeprazole Overnight No. by Armyspy on: Nov 25 Cheap esomeprazole for sale with no prescriptin required River best on-line essay writing services ya había generado entre tres y cuatro ocasiones claras de gol, incluyendo un cabezazo de Carbonero que estalló en el travesaño. En los segundos quince minutos de la primera mitad, los visitantes entraron en una meseta en la que mermo el rendimiento. Pero en el último tramo volvió a hacerse protagonista y siguió generando situaciones que lo aproximaron a la victoria.
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Victoria con la cual podría haberse ido al descanso si no hubiese sido por el grave fallo arbitral del juez Merlos que anuló un gol lícito de Rodrigo Mora, quien había definido dentro del área cruzando una pelota que le había bajado Carbonero de cabeza en posicion habilitada.
En la segunda mitad River no cambió su forma. Con el volante colombiano en un gran nivel, sumado al importante protagonismo que tuvo Jonathan Fabbro, los de la banda fueron superiores también durante el segundo tiempo. En el que también podría haber llegado al triunfo si no hubiese sido por el novato arbitro que anuló nuevamente un gol que era válido. Esta vez fue a Álvarez Balanta, por un supuesto off-side de una pelota que provenía de un córner. Sí, es increíble, a este River hasta le cobran posición adelantada de un pase que salió de la última línea del campo de juego.
Se trate de algo intencional o de simplemente errores humanos, lo de los árbitros con River ya no tiene nombre. Lo que ocurre es que no fueron ni uno, ni dos, ni siquiera tres errores aislados. Hablamos de por lo menos ocho fallos que incidieron directamente en los resultados de los partidos de un campeonato que lleva disputadas tan solo 13 fechas. Cuentas fáciles, lo cagaron en más de la mitad del torneo. Cuando vemos un equipo en formación al que le cuesta horrores encontrar un funcionamiento aceptable, y a las falencias del mismo, le sumamos lo perjudicial que fueron los jueces obtenemos como resultado esto, un River afuera de la pelea del campeonato cuando queda más de un cuarto del mismo por jugarse.
Tratando de saltar las piedras que le ponen por delante, River sigue dejando puntos en el camino. ¿Qué se puede rescatar como positivo de un empate como el de anoche? Por un lado, que parece haberse encontrado una defensa titular. Porque Mercado, Pezzella (de gran actuación), Balanta y Vangioni (que sin tener un buen nivel sigue siendo fundamental) cada partido que pasa se afianzan mas. Y por otro lado, que el equipo está empezando a funcionar mejor. Sin dudas, contra Rafaela, fue el partido en el que más situaciones de gol se generaron en todo lo que va del torneo. Y fue frente a un equipo que, de los seis partidos jugados en condición de local, solo había perdido uno, frente al puntero Newell´s, y había ganado los otros cinco.
La crítica debe caer nuevamente en los delanteros y las falencias en la definición. Aunque ayer, en Santa Fe, River convirtió dos de todas esas situaciones que generó y debió haber ganado, pero fueron los árbitros los que, una vez más, le dijeron que no.
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