River Plate consiguió el pasaje a 8vos de final de la Copa Argentina al derrotar por 2-0 a Sportivo Belgrano de San Francisco Córdoba. Los goles de Martín Aguirre -golazo- y de Rogelio Funes Mori– Gran definición- le alcanzaron a un River a media máquina para vencer al voluntarioso conjunto cordobés. Ahora, si Quilmes le gana a Atlanta, volverán a cruzarse, pero en Salta.
No fue ningún trámite. River llevó un equipo clase B, a excepción de David Trezeguet, a Catamarca y, si el conjunto cordobés tenía más puntería pudo haberlo pagado caro. La noche, sin embargo, había comenzado marcando todo lo contrario: En 5′, River pudo haberse puesto 2-0 luego que Funes Mori y, sobre todo, el franco-argentino desperdiciaran sendas chances.
Luego, pasó lo que podía pasar. Ni Nicolás Domingo (insólito capitán), ni Cristian Ledesma venían jugando y demostraron porqué. El medio de River fue un desastre, que además no ganaba consistencia en Aguirre, que más allá del gol no tuvo una gran tarea, ni del improvisado Keko Villalva, que apareció como una suerte de Ocampos y, en cada jugada, demostraba que tenía que estar, por lo menos, 15 metros más arriba y que hacer el carril no es lo suyo. Ojo, el Keko le puso lo mejor de sí toda la noche.
¿Por qué no se puso arriba Sportivo Belgrano? Porque más allá de la lucha y la garra, tampoco es que exhibió enormes recursos ni lo hizo sufrir demasiado a Leandro Chichizola, de hecho, el 0-0 le calzó justo a una primera parte cerrada y peleada en la que a River su nombre propio le sirvió de poco y nada.
En la segunda mitad, cuando todo había comenzado igual, apareció la tan mentada jerarquía individual. Aguirre luchó una pelota en la puerta del área del conjunto verde, luego del pique se infló el empeine de gol y venció la resistencia del interesante Rodrigo Barucco, que podrá contarle a sus nietos que en una noche catamarqueña le ganó el mano a mano a un tipo que levantó una Copa del Mundo y que jugó con Zidane y Henry, entre otros monstruos. Sí, el arquero estuvo brillante y le tapó tres claras pelotas de gol a Trezeguet.
Rogelio Funes Mori, con una enorme jugada individual, pulverizó las ilusiones del equipo cordobés, con una corrida enorme de más de 50 metros y una definición letal, abajo, inatajable para el pobre Barucco. Eso sí, sobre el cierre del juego, Sportivo se dio el gusto de estrellar el travesaño de la Banda y casi casi consiguió un gol.
River avanzó a 8vos, se metió en el terreno donde las caras ya son familiares. Y vaya sí lo son. El fixture del torneo le marca Salta y, como rivales, tendrá a algún conocido. Atlanta o Quilmes, por ahí vendrá el rival.
El primero venció a All Boys en una especie de “clásico” barrial, el segundo ganó en los penales ante el humilde Deportivo Riestra, de la Primera D. Hoy las realidades son otras. Mientras uno está en zona de descenso, el otro viene de conseguir un punto valioso en el mismísimo Monumental y está en zona de Promoción. No me digas que otra vez se cruzan River y Caruso Lombardi…
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