La mejor definición del fin de semana. No pasó en La Liga española. No pasó en la Premier League, pero si en Inglaterra en la Championship –La B, digamos-. Watford y Leicester disputaban las semifinales del “reducido” –o en inglés Promotion Play-off-. El ganador de la serie pasaba a la final por el ascenso directo a la Premier.
Leicester ganó el primer encuentro 1-0. Mientras que el Watford, de local, vencía 2-1 en el segundo partido. Sin embargo, los números no le cerraban, ya que a misma cantidad de goles, clasifica el que más anotó de visitante. (Basicamente, el mal nombrado “Gol de visitante vale doble”). A los ¡94! Minutos, el conjunto azul disponía de un penal a su favor para cerrar el encuentro y festejar el pase a la final. El conjunto local, ya estaba resignado porque esa anotación necesaria nunca llegaría. Sin embargo… paso esto. Vean el reloj.
Si, emoción, locura y borrachera en la ciudad. El Francés Anthony Knockaert pateó, Manuel Almunia -ex arquero del Arsenal- voló y tapó el rebote. A partir de ahí salió un contraataque furioso que terminó en la definición de Troy Deeney. Allí se despertó la locura amarilla. Sin embargo, hay un detalle. El hombre que tiró el centro es argentino. Italo-Argentino, en realidad. Fernando Forestieri, el ex jugador de Newell´s y Boca Juniors. El volante se desvinculó del Xeneize por el recurso de “Patria potestad” cuando tenía 17 años y, además, no se presentó a jugar en la Selección Nacional luego de varias convocatorias realizadas por Tojo.
La intención y el objetivo de Fernando era jugar en la Selección italiana, sin embargo, terminó en la Segunda División de Inglaterra. Hoy, el exvolante de Boca tuvo un motivo para festejar.
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