A Boca no le gusta jugar con San Lorenzo. Eso está claro. Aunque muchas veces se diga que las estadísticas no cuentan, que el pasado pisado y que cada partido es aparte, por la cabeza de los jugadores cada vez que se enfrentan al “ciclón”, esa “paternidad” del equipo de Boedo pesa y, generalmente, juega en contra del “Xeneize“. Por eso, el conjunto de Julio César Falcioni tendrá dos rivales: el “cuervo” actual y la historia.
San Lorenzo es la pesadilla de Boca, porque es el único equipo del fútbol argentino que está arriba en los mano a mano. El historial habla de 69 partidos ganados por los azulgranas, 60 por el club de la Ribera y 45 empates. Por eso, ante el descenso de River, el “Santo” sacó pecho y se atuoproclamó como el clásico para este año sin “millonarios“.
El presente los encuentra bien los dos. Los dirigidos por Falcioni llegan motivados por haber alcanzado agónicamente la victoria ante Newell´s en Rosario que lo llevó a la punta del campeonato. Por su parte, el conjunto de Omar Asad se repuso de la victoria en el debut ante Lanús, dio el golpe en La Plata ante Estudiantes y festejó ante su gente con Argentinos Juniors para quedar a un punto de la cima.
El último encuentro entre sí, fue para San Lorenzo por 1 a 0 con un golazo de Aureliano Torres. El resultado más resonante, no dista de mucho tiempo atrás. Es más, hoy, 27 de agosto de 2011 se cumplen cinco años de un partido que quedará en la historia. El Boca de Alfio Basile “aplastó” al equipo de Oscar Ruggeri, le ganó 7 a 1 y le propinó la mayor goleada de la historia. Martín Palermo en tres oportunidades, Rodrigo Palacio en dos, Neri Cardozo y Andrés Franzoia desataron la fiesta en el Nuevo Gasómetro.
Ese recuerdo, tampoco dejó de estar presente en los hinchas del “ciclón” que cuando lleguen a la tercera bandeja recordarán aquella tarde. Este Boca deberá rendirle homenaje a aquel brillante equipo y empezar a revertir la historia. Puede ser el primer paso, para que de una vez por todas, San Lorenzo lo deje de llamar “hijo“.
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