En la serie de partidos claves que tiene por delante Boca Juniors en dos semanas, con el choque ante el Corinthians como el protagonista principal en cuanto a las pretensiones del semestre, el 1 a 1 en el Superclásico jugado en la Bombonera seguramente le sienta mejor al conjunto dirigido por Carlos Bianchi.
¿Por qué le sienta mejor?, bueno, por empezar, en un Torneo Final donde Boca quedó fuera de toda discusión hace bastante tiempo, con tan solo una victoria frente a Quilmes en el inicio del certamen, el partido frente a River Plate pasaba a ser clave en lo anímico de cara al choque frente al Corinthians por Copa Libertadores. Y no solo no se perdió, sino que también se repuso luego de comenzar perdiendo antes del minuto de juego, y en el segundo tiempo se hizo dueño de la pelota con mayoría de juveniles dentro del campo.
Por otro lado, el punto no cambia mucho en la vida de Boca en lo que respecta al torneo local. En cambio, River se alejó de la punta, quedó a cuatro de Lanús y puede quedar a seis de Newell´s si gana mañana.
Si hablamos del partido jugado en la Bombonera, hay que decir que tuvo capítulos bien repartidos. Boca sacó a relucir todas las dudas defensivas en el comienzo y River lo aprovechó antes del minuto de juego con un centro de Carlos Sánchez que terminó en el cabezazo de Manuel Lanzini. El enganche millonario ganó en lo alto pese a su estatura y la puso junto al palo izquierdo de Agustín Orión. Luego fue todo de River, hasta pudo liquidar la historia si el uruguayo Sánchez definía correctamente ante la salida de Orión. Pero eso pareció darle vida a Boca y luego de treinta minutos con poco juego, llego una gran jugada colectiva comandada por Walter Erviti y apareció Santiago Silva para anticipar en el área y poner el empate.
En el segundo tiempo la historia fue otra. Sánchez Miño se adueño de la mitad de la cancha junto al buen trabajo de Erviti, Marín y Zarate se mostraron firmes y aseguraron los laterales, Caruzzo y Burdisso parecían más firmes y para colmo Ramón Díaz ayudó sacando a Iturbe, el único jugador que generaba peligro con su velocidad. Boca tenía pelota y terreno en su favor, pero le costaba generar peligro en el arco custodiado por Barovero.
El encuentro estuvo parado por el árbitro Delfino durante más de diez minutos debido a las bengalas, petardos e hinchas de Boca subidos al alambrado con disfraces de fantasma con la B sobre el pecho. Luego de la fiesta armada por la 12 en el primer encuentro en la Bombonera luego del paso de River por la B Nacional, Boca acorraló a River y lo tuvo con un remate del juvenil Escalante luego de un córner ejecutado por Paredes, pero que se dirigió al cuerpo de Barovero. Esa fue la última, la que podría haber sido la victoria del equipo del Virrey.
River pudo liquidarlo en el comienzo, no lo aprovechó y Boca consiguió el empate y luego lo acorraló durante todo el segundo tiempo. La mueca de sonrisa seguramente quedó dibujada en el rostro de Carlos Bianchi, que optó por hacer descansar a algunos jugadores pensando en Corinthians, terminó jugando con siete pibes de las inferiores y fue superior a su rival. Ya se sacó de encima el partido más importante del Torneo Final, ahora a pensar en lo importante: La Copa Libertadores.
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