Con el ingreso de Matías Caruzzo por Juan Manuel Insaurralde, como única modificación respecto al equipo que viene de vencer a Newell´s Old Boy de Rosario por 1 a 0, el plantel de Boca quedará concentrado esta noche a la espera del encuentro del domingo a las 18.10 ante San Lorenzo en La Bombonera. Julio César Falcioni puede respirar tranquilo porque Riquelme, Schiavi y Erviti podrán ser de la partida. En conferencia de prensa, el entrenador se mostró de buen humor y confiado pensando en lo que viene
Al final, tantas malas noticias en la semana no terminaron siendo tan graves de cara a la cuarta fecha del Apertura. O al menos eso es lo que parece a dos días del partido, ya que tanto Juan Román Riquelme, que padece una contractura en el isquiotibial izquierdo, Walter Erviti, fatiga muscular, y Rolando Schiavi, estado gripal, llegarán en condiciones, concentran junto a sus compañeros y estarán desde el arranque en el clásico ante el “ciclón”.
Quien no podrá acompañar en la zaga al “Flaco” será Insaurralde, que sufre un esguince en su rodilla derecha y quedó al margen de los que se “guardarán” desde esta noche. En su lugar, estará Matías Caruzzo, quien tendrá la oportunidad de demostrar que está para ser una opción viable si es que el equipo no se asienta en defensa, ya que si bien mantiene el arco invicto jugadas tres fechas, la última línea aún no muestra la seguridad que se espera y debió recurrir más de una vez al arquero Agustín Orión.
El resto, serán los mismos que salieron al Coloso “Marcelo Bielsa” y que intentarán mantener la punta del campeonato. Ellos son: Orión; Facundo Roncaglia, Schiavi, Caruzzo y Clemente Rodríguez; Cristian Chávez, Leandro Somoza y Erviti; Riquelme; Darío Cvitanich y Lucas Viatri. Además, se concentran Sebastián Sosa, Gastón Sauro, Enzo Ruiz, Juan Manuel Sánchez Miño, Guillermo Férnandez, Sergio Araujo, Nicolás Blandi y Pablo Mouche. De estos, uno quedará al margen de los suplentes.
En la habitual conferencia de los viernes, Falcioni se mostró muy confiado en el equipo y aseguró que “en estos partidos el historial no importa. Son otros jugadores, otros equipos, partidos distintos. Nosotros tenemos que pensar en seguir sumando para ser protagonistas.
Relajado, más tranquilo tras una semana cargada de preocupaciones por los jugadores lesionados, el entrenador se hizo un tiempo para hacer un chiste por su buena relación con su colega de San Lorenzo: ““ A Asad lo conozco y aprecio mucho. Lo tuve como jugador, lo conozco de Vélez y es un técnico joven con mucho futuro. Creció en inferiores, luego en Reserva y ahora está haciendo carrera en primera. Le deseo lo mejor, menos el domingo, je”.
Consultado sobre el estado físico de los jugadores, uno de los puntos más criticados de la semana, por la cantidad de futbolísticos que padecen dolencias musculares, no hizo autocrítica, bancó al profe Gustavo Otero y prefirió “chapear” con los números sobre la mesa: “físicamente están bárbaros: un partido lo definimos a falta de 10’ y otro a falta de 4’”.
Luego de días movidos y de poca paz, Boca llega de buena manera al clásico con San Lorenzo, quiere achicar la brecha en el historial (el “ciclón” está ocho partidos arriba) y mantenerse en lo más alto de las posiciones para ratificar lo que viene haciendo y convertirse definitivamente en candidato.
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