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No pare de sufrir…

El Torneo Final continúa golpeando partido tras partido a un Boca que se aferra con uñas y dientes a la ilusión de la Copa Libertadores. Esta tarde en el Nuevo Gasómetro, San Lorenzo se aprovechó del piberío Xeneize y le propinó una goleada por 3 a 0. Con esta derrota, el equipo dirigido por Carlos Bianchi llegó a 12 partidos sin conocer la victoria.

El Torneo Final continúa golpeando partido tras partido a un Boca que se aferra con uñas y dientes a la ilusión de la Copa Libertadores. Esta tarde en el Nuevo Gasómetro, San Lorenzo se aprovechó del piberío Xeneize y le propinó una goleada por 3 a 0. Con esta derrota, el equipo dirigido por Carlos Bianchi llegó a 12 partidos sin conocer la victoria.

El sufrimiento parece no tener fin en el torneo local, ni los juveniles ni los titulares consiguen sacar buenos resultados y el nivel continúa estando muy por debajo del esperado por el entrenador. Los grandes tienen errores defensivos, y los pibes los comparten, a los titulares les cuesta generar volumen de juego y los juveniles siguen su camino.

Boca salió dubitativo, esperando acomodarse con el correr del primer tiempo. Pero San Lorenzo tuvo otras intenciones, y se dio cuenta que con centros cruzados ya bastaba para complicar a una defensa dormida, como de costumbre. Entonces apareció Piatti, el más pensante de la cancha, y puso un pase en profundidad para que llegue el centro cruzado desde la izquierda y el posterior remate en soledad de Buffarini que encontró el botín de Verón para el 1 a 0 del Ciclón.

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Los pibes sintieron el golpe, y para colmo Pezzotta ayudó para tumbarlos con un penal inexistente que parecía liquidar la historia pese a faltar más de un tiempo por delante. Buffarini se hizo cargo y lo convirtió para el 2 a 0. Luego todo se le hizo pesado a Boca, Escalante quería hacerse cargo del juego junto a Pol Fernández pero no eran claros, Paredes bajaba mucho y dejaba en soledad a Silva en el ataque. Encima cada ataque del conjunto dirigido por Juan Antonio Pizzi golpeaba duro a Boca, y luego llegó el nocaut de la mano de un derechazo tremendo de Correa luego de una corrida de Buffarini.

Ni el ingreso de Viatri y Palacio sirvieron para mejorar, para colmo ni el tiro del final sirvió para salir menos lastimado: Silva lo tuvo de penal, pero lo mandó a la tribuna para cerrar otra tarde negra en este presente gris de Boca en el Torneo Final.  Una goleada más, una herida más para un hincha que se aferra al gran triunfo frente al Corinthians y que apuesta todo a borrar este mal trago levantando la Copa Libertadores. Sería lo único que podría eliminar este papelón en el Torneo Final…