Es un cliché decir que el fútbol y el rock unen caminos. Sin embargo, cada vez es más notorio como las realidades de dos pasiones argentinas se intercalan entre sí. El 9 de Octubre es una fecha en la que la mezcla salta a la vista. Sudor, sentimiento y pasión por los colores y por una banda.
Nicolás Landoni era hincha de Platense. Fanático. Seguidor de Callejeros. Él, como tantos otros chicos de su edad, fue a ver a la banda a República de Cromañón esa fatídica noche. Nico es uno más de los pibes que quedaron atrapados el 30 de diciembre de 2004. Tenía 22 años y muchos sueños. Uno de ellos, seguro, era volver a ver a su Platense amado en Primera División.
Según relata Norberto Krause (en la página Platensea lo ancho). Nico no faltaba a un solo partido de su Calamar querido. De local era más sencillo debido a la a atrofia espinal congénita que lo afectaba. Sin embargo, cada tanto se daba el lujo de visitar alguna que otra cancha. Periodista deportivo de oficio y corazón. La amargura por los descensos vividos no opacarán la alegrías que le acercó el marrón en los ’90. La alegría del Loco Dalla Libera, el Chacho Coudet y las toreadas de Esteban Fuertes. Eso también es Platense. Nicolás, seguramente, estaría orgulloso de ver su nombre en el Ciudad de Vicente López.
El 9 de octubre se convirtió en el Día Internacional del Hincha de Platense. Nico se convirtió en un símbolo. Un reflejo de la pasión por los colores.
Por @Fglamas
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