Hace dos semanas hubo un partido de NFL en la madrugada estadounidense (o mejor dicho, en la de la Costa Este). Al principio iba a jugarse al segundo turno del domingo, pero lo terminaron poniendo al término del Sunday Night Football. Aquel encuentro entre Oakland Raiders y San Diego Chargers en el O.co Coliseum comenzó más tarde debido a un motivo bastante particular: el día anterior jugaban en ese mismo estadio, por los playoffs de las Grandes Ligas de Béisbol, los Athletics de esta ciudad californiana frente a Detroit Tigers.
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Este es uno de los vínculos que tienen el football americano con el béisbol. Dos de los deportes más populares en los Estados Unidos, que vivieron sus épocas de gloria en tiempos distintos, ya que hasta los ’80, el deporte de los bateos hacía honor a su apodo de “pasatiempo nacional” de ese país, mientras que a partir de allí el de los tackles ocuparía ese lugar de privilegio.
En lo que va de la temporada, ese no fue el único problema de horarios que tuvieron ambos deportes, ya que para el partido inaugural también hubo otra superposición: al mismo tiempo en el que los Baltimore Ravens, últimos campeones, iban a hacer el estreno oficial de su título, el equipo de la MLB (Major League Baseball), los Orioles, harían lo propio en su cancha, el Oriole Park. A pesar de las negociaciones, no llegaron a un acuerdo ambas partes, y los dirigidos por John Harbaugh tenían que debutar como visitantes, siendo el primer monarca que estrena la temporada fuera de su casa desde 2004, año en que se decidió que el primer partido de la liga fuese en el estadio del último equipo que levantó el Trofeo Lombardi. Como represalia, los jugadores de los Ravens no fueron al homenaje que les había brindado los Orioles.
Situaciones como la del O.co Coliseum bien pudieron haberse dado en el pasado, ya que hasta los años 90, los equipos tanto de MLB como de NFL compartían cancha. Hubo 19 ciudades cuyos estadios podían adaptarse a ambas actividades: Oakland, Los Angeles, Atlanta, St. Louis, San Francisco, Cleveland, Baltimore, San Diego, Denver, Kansas City, Washington, Cincinnati, Miami, Pittsburgh, Philadelphia, Houston, Minnesota, Nueva York y Seattle. En 1976, de los 28 equipos participantes, solo Chicago, Green Bay, Detroit, New Orleans, Tampa Bay, Buffalo, New England, Miami (quien no jugaba en el actual Sun Life Stadium, sino en el Orange Bowl) y las dos escuadras neoyorquinas tenían estadios exclusivamente destinados para la NFL. Esta tendencia empezó a revertirse en los ’90, cuando cada ciudad empezó a tener estadios exclusivos para cada deporte. La única excepción es, claro está, Oakland.
Pero no sólo estos deportes tienen estadios en común, sino también hubo jugadores que estuvieron en ambos lados del mostrador. El más célebre de ellos es Deion Sanders. Cono esquinero y especialista en devoluciones descolló en la NFL, siendo convocado 8 veces al Pro Bowl, entrando en igual cantidad de ocasiones al equipo ideal de la liga, ganando una vez el premio al mejor defensivo, consagrándose campeón en dos ocasiones, y siendo miembro del Salón de la Fama desde 2011. A pesar de, y paralelamente a ello, Primetime también jugó al béisbol como jardinero. Su carrera fue más bien aceptable, ya que si bien no tuvo logros individuales destacados, llegó a la Serie Munial de 1992 con Atlanta Braves (único jugador en llegar a las finales de estas dos ligas). Justamente, entre 1991 y 1993 pisó el viejo Atlanta-Fulton County Stadium en ambas configuraciones, ya que jugó en la MLB con los susodichos Braves, y en la NFL con los Falcons.
Otro que tuvo carreras paralelas en estas disciplinas fue Bo Jackson, corredor en un deporte, y jardinero/bateador designado en el otro. Entre 1987 y 1990 jugó en Kansas City Royals y en Los Angeles Raiders. Solo en aquellos años tuvo esa “doble vida”, ya que en los playoffs de 1991, jugando para los Raiders, se lesionó en la cadera y tuvo que dejar los emparrillados, y corrió riesgo de hacer lo propio con los diamantes. Pero continuó bateando hasta 1994. En su autobiografía, hizo esta comparación:
“El béisbol y el football americano son deportes muy distnos. En un punto, ambos son fáciles. El football americano es fácil si estas loco como el demonio. El béisboles fácil si tenés paciencia. Ambos habrían sido más fáciles para mí si estuviese un poco más loco… y fuese un poco más paciente”.
Además de Sanders y Jackson, hubo otros 63 jugadores con pasos tanto en Las Mayores como en la NFL. E incluso algunos de los jugadores actuales de la liga bien pudieron formar parte de alguno de los 30 equipos que conforman las ligas Nacional y Americana: el caso más notorio es el de Brandon Weeden, hoy QB suplente en Cleveland. A pesar de haber sido seleccionado como pither en el draft por los New York Yankees en la segunda ronda, nunca jugó con ellos. Apenas tuvo varios partidos en las ligas menores, en donde tenía un promedio de carreras permitidas bastante alto. A raíz de ello, regresó a la Oklahoma State University para ser mariscal de campo.
Otros QBs que tuvieron la chance de jugar, pero que no firmaron ningún contrato, fueron Colin Kaepernick (San buy Cialis wiki cialis much prescription drugs best generic products cialis cialis cheaper cialis tabs 10mg discount cialis 50mg uk cialis suppliers cialis genericВ Francisco) y Jake Locker (Tennessee). Ambos fueron seleccionados en el draft de 2009 por los Chicago Cubs y Los Angeles Angels, respectivamente, aunque Locker también estuvo en la mira del equipo angelino tres años atrás, no obstante, prefirieron continuar sus carreras en los emparrillados. Debido a su gran cantidad de selecciones (40 rondas tiene), siempre hay algún jugador seleccionado que luego continúa su carrera en la NFL.
Para terminar con esta serie de paralelismos, hay dos equipos de la NFL que tienen el mismo apodo que escuadras de la MLB: son los Giants (New York en FootAm, San Francisco en Béis) y los Cardinals (Arizona y St. Louis). Incluso, en el caso de estos últimos, ambas escuadras llegaron a compartir ciudad entre 1960 y 1987. Ahora, los del béisbol están disputando la Serie Mundial. ¿Lograrán por duodécima vez el campeonato, algo que sus homónimos lograron apenas en dos ocasiones, cuando aún estaban en Chicago (1925 y 1947)?
Resumen del jueves: #SchianoDebe
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El entrenador de Tampa Bay está en la cuerda floja. No es para menos, ya que los Panthers los golearon por 31 a 13, y aún siguen sin conocer la victoria. En Carolina Cam Newton volvió a ser ser determinante con dos pases de anotación (a Mike Tolbert y a Greg Olsen), y un touchdown terrestre (por esa misma vía también anotaría DeAngelo Williams). Además, Graham Gano anotó un FG. Por el lado de los Buccanners, hubo un envío hasta las diagonales del discreto Mike Glennon a Timothy Writing essays and papers Wright, y dos goles de campo de Ryan Lindell.
Resultados Semana 7:
Seattle 34 – 22 Arizona
Dallas 17 – 3 Philadelphia
New England 27 – 30 Ny Jets
Buffalo 23 – 21 Miami
St Louis 15 – 30 Carolina
Cincinnati 27 – 24 Detroit
San Diego 24 – 6 Jacksonville
Tampa Bay 23 – 31 Atlanta
Chicago 41 – 45 Washington
San Francisco 31 – 17 Tennessee
Cleveland 13 – 31 Green Bay
Baltimore 16 – 19 Pittsburgh
Houston 16 – 17 Kansas City
Denver 33 – 39 Indianapolis
Minnesota 7-23 NY Giants
Los otros partidos de la Semana 8
Primer Turno
San Francisco-Jacksonville
Cleveland-Kansas City
Miami-New England
Buffalo-New Orleans
Dallas-Detroit (Fox Sports 2)
NY Giants-Philadelphia
Segundo turno
NY Jets-Cincinnati
Pittsburgh-Oakland (Fox Sports 2)
Atlanta-Arizona
Washington-Denver
Sunday Night Football (ESPN 3)
Green Bay-Minnesota
Monday Nigt Football (ESPN 3)
Seattle-St. Louis
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