Roland Garros está llegando a su fin y, como no podía ser de otra manera, el partido más esperado, la semifinal que todo el mundo del tenis quería ver, se dará este viernes. Otra vez, como en la final de Monte Carlo, se verán las caras Djokovic y Nadal en un partido clave en polvo de ladrillo. El que gané se enfrentará por el título con el vencedor de Ferrer – Tsonga.
Hoy ambos hicieron sus deberes a la perfección, pero sin dudas, el que la tuvo más difícil fue el primer preclasificado del torneo. Es que Haas, su rival, jugó un partidazo; muy efectivo desde el saque y con un revés a una mano, que si no es el mejor del circuito pasa raspando, complicó muchísimo a Novak.
Sin embargo, no le fue suficiente. Es que ¿Cual es la contra perfecta para un jugador agresivo, con golpes muy potentes de fondo? Es Novak Djokovic, un tipo que, sin dudas, es el mejor contragolpeador del mundo y que encima es un impresionante defensor. Su físico, su explosividad y elasticidad lo hacen perfecto para este tipo de juego. Por eso, el partido se definió en tres sets, si los dos están en su tope tenístico como pasó hoy, siempre, pero siempre va a ganar Djokovic.
Fue 6-3, 7-6 (5) y 7-5, en poco más de dos horas, donde la clave radicó en el inestable drive del alemán, 19 de los sus 27 errores no forzados fueron por esa vía. Nole reconoció el problema e intentó una y otra vez por ese lado y, a pesar de algunas bombas de derecha y algunos reveses invertidos espectaculares de su oponente, pudo llevar siempre el termómetro de un partido que tuvo de todo; desde palazos terribles, passings, globos, aces, hasta un drop con side spin de Djokovic que levantó a todo el estadio y seguramente a cualquiera que haya estado en su casa frente al televisor, como para coronar una actuación formidable en el Suzanne Lenglen.
Por otro lado, Nadal se enfrentó en el Philippe Chatrier con Wawrinka, en un partido donde no hay mucho que acotar. El suizo nunca le había ganado al español en las 9 veces que habían jugado. Hoy perdió la décima casi sin presentar oposición.
Rafa, que viene de menos a más en el torneo, hizo lo que quiso adentro de la cancha. El partido fue tan desparejo que terminó antes que el de Nole, y había empezado casi media hora después. El número 10 del mundo, sufrió lo mismo que en la final de Madrid, donde perdió 6-2 y 6-4. Nunca le pudo encontrar el ritmo a su rival, cometió casi el doble de errores no forzados que de Winters (40 a 23) y nunca pudo afirmarse con el saque ni perforar la impecable defensa de Rafa. Perdiendo categóricamente por 6-2, 6-3 y 6-1.
Va a ser el trigésimo quinto partido entre Djokovic y Nadal, con 19 victorias para el mallorquín y 15 para el de Belgrado. Diferencia ínfima, teniendo en cuenta que muchos partidos se dieron antes de la explosión del serbio. Sin embargo, la desigualdad en el historial de los partidos jugados en arcilla es abrumadora. Fueron 15 partidos y 12 se los llevó el español, Novak solo le pudo ganar en las finales de los Masters 1000 de Roma y Madrid en 2011 y en la de Monte Carlo de este año.
El espectáculo está servido, se enfrentan el mejor tensita del año, contra el mejor del mundo. Uno con un Récord envidiable en Roland Garros y otro con la idea fija, con el objetivo de llevarse el título. Objetivo que ya cumplió en Estados Unidos, Australia e Inglaterra.
Comentarios