Por Antonela Minutola
Las Pastillas del Abuelo volvieron al Luna Park. A media hora del show, el público se mantenía expectante, pero sentado. Comenzaron a aparecer globos de todos los colores apretados por las manos de algunos. De a poco, las palmas se hacían eco y contagio, que llegó a todo el Luna Park. Habían algunos grupos de fans que se alentaban entre ellos y cantaban sus canciones.
Se escuchaban los gritos, pero no se entendía qué era lo que decían. El que se paró primero, contagió al segundo y así al tercero, hasta que eran pocos los que quedaron sentados. Un despistado soltó un globo y repercutió en los demás. Este efecto dominó se dió toda la noche en diversas circunstancias.
A las 20.50 apareció “la voz del estadio”, era Alberto Sueiro, un taxista que tuvo la suerte de toparse con Piti en su auto, y escritor ycompositor de la letra Qué es dios?*, y recitó un poema relacionado a Las Pastillas del Abuelo: “Buenas noches familia, gracias por esta noche“. Se percibía en el ambiente la fiesta y carnaval, globos de todos colores y formas, banderas, estandartes, narices de payaso adornaron el estadio.
A las 21.15, Piti Fernández saludó a sus fans y comentó que esta noche sería un repaso de la “Historia Pastillera”, mientras de fondo sonaban los primeros acordes de Ama a quien llora por ti. Los bailes sensuales y sonrisas acompañadas de pulgares arriba fueron muestras de aprobación hacia el público, los cuales tuvieron lugar enMe Han Dicho. Al son del Reggae y de los gritos del público, inició el tercer tema, con sus toques particulares de ska.
“Una enfermedad mental la 20. Para esta altura tirábamos este tema, cerrábamos y se enfiestaban todos” – comentó Piti. Mi mamá y mortadela sonó combinada con un fragmento de Mi Vida, de Shakira y una breve reflexión que llamó al recuerdo del cantante: “Loco, se acuerdan de la 20??“. La Casada llevó a todo el estadio a dar saltos estruendosos – “Hernán Martín che!” – Presentó Piti al baterista de turno, principalmente del Bahiano, entre otras celebridades. Piti fue el principal incitador de los saltos del Luna ya que iba de un lado para el otro a pasos agigantados, y mechando mientras tanto, pasos murgueros.
“Que lembrança” – exclamó con nostalgia – “Así cerrábamos en San Telmo“. Calipso la tocó junto al baterista a quien le descompaginó la rutina. Y repitió “Y terminaba así la noche en San Telmo, y hasta la próxima, muchas gracias”. Ante la ovasión del público, acotó: “Bueno, hacemos una más...” y surgieron los aullidos del público hambriento de más temas, hasta que prosiguió: “y entramos en la próxima etapa“. Con los aplausos del público, invitó a cantar La Cerveza. Uno de los primeros invitados de la noche fue introducido en este momento del show, era Juancito, percusionista de La Perra que los parió.
La lista continuó con Cubano, Resulta Imposible y Lo más fino. Las narices de payaso rodaban por la cara del cantante pastillero quien, entre canción y canción rememoraba buenos momentos en las playas bonaerenses.Para este momento de la noche, invitó a unos amigos de la banda, Los Caballeros de la Peluca, los coristas de Alejandro Balbis, Jesús Fernández, Valentín de la Concepción y Miguel Suárez, y fue Candombe Loco el que interpretaron juntos.
Un reggae entró en escena con Peldaño, otro tema de Por Colectora, en el cual se ofreció un aplauso a Charlie de los Locos de Nacimiento, banda amiga de Las pastillas. A partir de este momento, comenzaron a sonar temas de los cds más recientes, uno de ellos fue Oportunistas. Recordó viejos amigos que subían al escenario a tocar con ellos como el Pelo o Chato y, nuevamente, remitió a sus anécdotas: “Acá iba terminando el Teatro y sonaba ésta, que es para el viejo de ustedes y para el mío, especialmente”.
De nuevo, los murgueros subieron al escenario y así arrancó Viejo. Desde la postura, Locura y Realidad y Por colectora fueron temas de tanto goce que llevaron a desaparecer a los globos que inicialmente volaban para quedar unas cuantas piñatas en el aire.
Para la mitad del Show, apareció en la lista Enano, enganchada con “La parabellum del buen psicópata” de Los Redondos de Ricota. En Quiero tener razón o ser feliz invitó a Barbi, de Mamá Chabela, y su profesora de canto a acompañarlo en el tema. Tan celoso de que ella cantara mirando hacía el guitarrista, el acarició su hombro para que se diera vuelta. Una canción de amor, dedicada para Yamila de Cristian Crespo desencadenó un grito de furor en los presentes, era Duda.
¿Dónde esconder tantas manos?, ¿Qué vicios tengo?, ¿Me juego el corazón?, ¿Qué es dios?, marcaron la historia de Crisis. Para ir cerrando la historia, Piti agradeció a Yo No Fui (Bonpland 1660), quienes hicieron el arte de tapa del cd, y luego comenzaron a sonar Contra Viento y Marea, acompañado de llamas electrónicas en los postes del escenario, Amar y envejecer y Almafuerte.“Chau, muchas gracias, y si, tienen razón, esto fue una fiesta de la p°°° madre”, comentó.
Los últimos aplausos se los llevaron Viles Medios y Otra Vuelta de terca, tema que detonó el Luna Park, y finalizó con un show muy aplaudido y gozado por el público pastillero.
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