“Corazón de Rey”, así se llama su libro y eso fue lo que necesito Sergio sobre el final de la pelea esta noche en Buenos Aires para revalidar su título de los medianos de la CMB ante Martin Murray. Pelea complicada si las hay, era de suponer que el ingles sería un rival muy duro, se presentía en el ambiente que no habría KO en los primeros rounds y que esto llevaría mucho más trabajo de lo esperado. El público argentino fue determinante para que el oriundo de Quilmes retenga su corona.
Estrategia pura, conocer y estudiar al otro era el objetivo de los primeros minutos, hasta que se empezaron a dar cuenta ambos que si querían ganar esta pelea tenían que buscar un poco más. Martínez peleando con la guardia baja como suele hacerlo siempre, el mismo dijo que si lo vemos protegerse con sus brazos nos tenemos que preocupar porque algo no anda bien. Así fue durante toda la batalla, por momentos le resulto favorable, pero en otros no tanto. En el octavo asalto llegó el suspenso mayor en el estadio de Vélez, el argentino caía a la lona cuando la derecha de Murray impacto de manera letal en la cara de Maravilla.
A pesar de eso, se levantó de inmediato, a sí mismo no se permitía caer ante su gente, en su país y encima ante un ingles. El “dale campeón” comenzó a escucharse haciendo eco en cada tribuna, fue un momento determinante para que el rey de los medianos no se rinda y vaya para adelante como un verdadero campeón.
Martin Murray venía invicto hasta este momento, estuvo a punto de lograr una hazaña para él y todo su grupo de trabajo, cuando tuvo que presionar al golpeado Martinez no lo hice y le dio vida cuando tenía que terminarlo cuanto antes. Los últimos 6 minutos (dos rounds) fueron los mejores para el local, conectando buena cantidad de golpes, de izquierda a derecha y aprovechando el cansancio del visitante que ya comenzaban a pesarle las piernas.
Las tarjetas dieron a favor de Sergio “Maravilla” Martínez venciendo a Murray por 115-112 / 115-112 / 115-112. Parecía que el fallo final sería más parejo, pero todos los números coincidían, tal vez los gritos de 40 mil almas metieron presión a los jueces para la determinar el ganador de la pelea, el boxeo del campeón no fue el mismo que frente a Julio Cesar Chávez en Estados Unidos y necesito más de su corazón que de sus propias manos.
Al terminar la batalla, el vigente campeón de 38 años declaró que nuevamente una de sus manos terminó fracturada y que le impidió salir a buscar a su rival o presionarlo mas, debido a esa molestia, hay que ver como terminó de su rodilla (fue operado) pero lo cierto es que Argentina no se podía ir de esta noche lluviosa con una derrota, mojados pero felices volvieron a sus hogares, “maravillosamente” encantados con Sergio Martínez.
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