Por Juan Jose Coronel, desde Córdoba especial para Rock And Ball
En el auditorio Luis Gagliano del Sindicato de Luz y Fuerza en Córdoba, se presentó Lucio Mantel con entrada libre y gratuita para aquellos que quisieran ponerle al viernes algunos colores. Momentos de buena música, de alguien que tituló “Unas Horas” a su último trabajo, como resumen de sus dos anteriores (“Nictógrafo” -2008- “Miniatura” -2011). Este músico cantautor llega a Rock and Ball con su guitarra. Su punto de fuga, pero antes el punto donde comenzó todo.
Antes de él, Candelaria Zamar y su piano fueron regalando palabras. Cantadas, porque es la mejor forma que tiene para comunicar lo que le pasa. Ya con él, un cuarteto de cuerdas que dirigió Alejandro Terán y su voz delicada que conoce de importancias en nuestro rock. Pero, a la vez, no es más importante que la poesía y la melodía. Y esta última, sale de su guitarra. Ella que es como dice Vinicius de Moraes, la que representa a la mujer ideal. El brasilero, escribió alguna vez que en los instrumentos que pueden ser mujer, viola, violín, y demás; la única que puede establecer la relación íntima es la guitarra.
Entonces comenzó, un poco en portugués, un poco en castellano, con su guitarra en mano a andar por la noche. Empieza con “Livro” de Caetano Veloso y su Otoño. “Bailar con tu sombra”, “Todo”, “Algo”, son los primeros temas en un auditorio que se llena y tiene a gente en los pasillos, que tiene calidez y todo el tiempo del mundo para escuchar “Unas horas”.
Temas queridos
No está solo, por más que cante algunos temas en soledad. Además de Alejandro Terán en la viola, Guadalupe Tobarías en violín, Herman Ringer en violín y Lucas Argomedo en Cello son sus compañeros en la noche cordobesa. Nadie en el espejo, En el siguiente suspiro, “Refugio”, “Solar”, “Polka mar”, y “Boliche” de Eduardo Mateo, fueron parte del segmento final que terminó con “Mi memoria” y “Para ir” de Luis Alberto Spinetta, un tema “que queremos todos” y que se volvió su as por si faltara algo para un show.
Vinicius de Moraes comenta que la guitarra es “la música en forma de mujer”. Una de sus primeras canciones fue “Punto de fuga”, uno de las más escuchadas. Y él ahí comienza su fuga. Fuga en la noche cordobesa, por parte de quien escribe, que comenzó con la música, al lado de una mujer.
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