El hincha de Boca no puede dejar de ilusionarse en cada comienzo de temporada cuando escucha que el DT de su equipo es Carlos Bianchi. Con él, Fernando Gago y Juan Román Riquelme en el plantel, las chances de salir campeón sobre las de fracasar se imponen. Pero, pese a esto, el año comienza con interrogantes sobre si podrá el Virrey encontrarle la vuelta a este equipo.
Este 2014 empieza con un nuevo desafío para el Xeneize. Lejos del ya obligado deber de pelear el campeonato, los dirigidos por Carlos Bianchi deben encontrar una identidad futbolista, algo de lo que careció en el último año.Es por ello que, lejos de los refuerzos de renombre que uno siempre espera que lleguen a un club como Boca, se optó por reforzar dos puestos que dejaron más dudas que certezas la temporada pasada. La llegada de Hernán Grana y de Juan Forlín buscarán fortalecer la defensa, esa que en otras etapas de Bianchi se destacaba por su solidez y por acostumbrarse a mantener el arco en cero.
Orión; Grana, Cata Díaz, Forlín, Insua; Erbes, Gago; Sanchez Miño, Martínez, Acosta; Gigliotti. 4-2-3-1. Cambio de nombres, cambio de esquema, así fue el primer equipo que paró en el año el DT de Boca. ¿Chau 4-3-1-2? No, pero el ‘Virrey’ cayó en la cuenta de que no podrá depender de la figura de Riquelme a lo largo del campeonato, ya que en los últimos años las lesiones no permitieron su continuidad. Es por esto que el técnico busca variantes para cuando no pueda contar con él.
Al igual que su idea principal al comienzo del Torneo Inicial, la fórmula Gago-Riquelme es su mejor carta. Pero, luego de lo sucedido con la cantidad de lesiones sufridas tanto por el 5 como por el 10, Bianchi deberá tener un plan B de ante mano y es por esto que ya comenzó a buscar las variantes. Pero no será fácil. No contará con un jugador que para él era fundamental: Cristian Erbes.
Cuando muchos hablaban de la desmantelación del plantel, la realidad que, hasta la confirmación de la venta de Erbes, las piezas que se habían ido o de las que se había prescindido no eran fundamentales. Franco Cangele, Matías Caruzzo, Ribair Rodríguez, Leandro Paredes y hasta Nicolás Blandi, pese a ser nombres que podrían y podrán ser de renombre en muchos equipos, en Boca pasaron sin pena ni gloria, con la excepción de Blandi que, cansado de no tener continuidad, buscará eso en San Lorenzo.
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Pero Erbes si deja un vacío. Era la rueda de auxilio del Boca de Bianchi. Ya sea de 5, de 8 hasta de 4, el ‘Pichi’ cubría los huecos que nadie se animaba a cubrir. Y, pese a que su falta de experiencia en algunas posiciones lo dejaba en evidencia, nunca se pudo cuestionar la falta de voluntad y de ganas para ocupar esos puestos que otros compañeros no querían ocupar. Sin él, el técnico deberá volver a apostar por los juveniles del club como ya lo ha hecho en otros ciclos.
Este comienzo de año sin Copa Libertadores los obliga tanto al DT multicampeón como a sus dirigidos a ser protagonistas del Torneo Final. Y es una obligación que ellos mismos deberán imponerse más que nadie ya que saben el peso que tiene la camiseta de Boca, sobre todo Bianchi, y el deseo de los fanáticos Xeneizes de volver a festejar está más latente que nunca. ¿Será la última oportunidad de Carlos Bianchi?
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