Por Daneo Giovinazzi.- Si bien su nivel no está ni cerca de ser el de aquel Barcelona que desplegaba calidad en cada paso que daba, en donde su alegría se hacía notar en cada minuto, y sus actuaciones hacían vibrar al público catalán, Ronaldinho (oriundo de Porto Alegre) que sigue sumando títulos, aporta en la cancha desde otro lado. Ya con 33 años de edad y algunos destellos de aquel “jogo bonito” que deleitaba al mundo, “Dinho” se las rebuscó y ahora no solo es el 10 conductor del conjunto de Belo Horizonte sino que también cumple un rol fundamental que es el de ser lo que llamamos un director técnico dentro de la cancha, con la experiencia y la sabiduría para poder manejar los tiempos del equipo y dar algunas indicaciones a sus compañeros para que estén bien posicionados en el campo.
Llegó a estar en lo más alto del fútbol mundial, cuando allá por el 2002 ganaba la Copa del Mundo de Corea y Japón con su seleccionado, y un año más tarde era contratado por el Barcelona, un conjunto que venía de malas campañas, que se veía opacado por un Real Madrid plagado de estrellas y ponía todas sus esperanzas en el brasilero proveniente del Paris Saint Germain francés, que sonreía con una dentadura particular, y hacía notar fácilmente su alegría dentro de las canchas con ganas de ser el salvador que todos los “culés” esperaban.
Sin dudas no defraudó, y en unos pocos años logró cambiar la floja realidad y llevar al equipo de Frank Rijkaard a lo más alto de Europa, ganando títulos de liga y la Champions League 2005-06. Además, en el año 2005, fue distinguido con el Balón de Oro que entrega la revista francesa France Football al mejor jugador mundo.
Tenía el mundo a sus pies, los hinchas del fútbol lo amaban sin importar nacionalidad ni club, es más, los aficionados del Real Madrid lo aplaudieron de pie en aquel recordado partido donde marcó dos goles y le dio la victoria al Barcelona en el mítico Santiago Bernabéu, pero de repente todo se vino abajo. Salidas nocturnas, fiestas indebidas, recaída en su físico y un claro declive en el nivel futbolístico hicieron ver del astro brasileño lo peor de sí. Tuvo que ser relegado del club que tanto amor le dio, y fue a parar al Milán de Italia, con la esperanza de ser lo que supo demostrar. No logró estar a la altura de lo que había manifestado en varios años, y aunque ganó una Serie A, se fue sin pena ni gloria y tomó como decisión volver a su país. El Flamengo lo esperaba, y cada seguidor del futbol mantenía intactas las ganas de volver a ver al mejor. Allí fue donde comenzó con esta particular forma de dirigir dentro del campo, encandilando los ojos de los hinchas de “Fla” con apariciones magistrales, pero al igual que en el conjunto “Rossoneri” su paso fue fugaz. Cuando parecía que estaba acabado, surge el Atlético Mineiro que como otros confía en Ronaldinho, y aquí no defraudó. En un año ya ha conseguido hacerse con el Campeonato Mineirao y con la Copa Libertadores de América, con un renacer que lo tuvo en la tapa de todos los diarios.
Su estantería está llena de torneos, entre ellos se encuentran, una Copa América, una Copa Confederaciones, una Copa del Mundo, una Champions League, títulos nacionales, las mas prestigiosas distinciones individuales, la reciente obtención de la Copa Libertadores, que le permitió ingresar a la lista de los siete jugadores en la historia que han ganado los torneos más importantes de América y Europa (Libertadores y Champions) y un título que no todos los jugadores por mas ganadores que sean pueden lograr, el amor incondicional del público. Solo le falta uno, la cita tendrá lugar en Marruecos a fines de este año, el Mundial de Clubes de la FIFA ya es una cercana realidad. Los campeones del mundo se preparan, entre los equipos que participan se encuentra el Bayern Munich de Pep Guardiola, rey de Europa en esta temporada, acompañado por los ganadores de Asia, África, Oceanía y el campeón local del país anfitrión.
Además se acerca el Mundial, que será en su casa, y el mejor jugador del futbol local espera ser convocado para poder seguir engrosando esa mochila llena de trofeos. Recordemos que no ha sido citado para disputar la Copa Confederaciones pero quien le quita ahora con esta consagración las ganas y las merecidas chances de estar en el torneo de selecciones más importante del futbol mundial.
Este crack ha reencarnado, volvió a nacer. Los amantes del futbol lo aman, Ronaldinho es sinónimo de futbol, del más hermoso futbol que la historia dio.
Comentarios