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La neutralidad de River

El equipo de Ramón Díaz viajó hasta Mendoza para enfrentar a los dirigidos por Martin Palermo. Sin Teo ni Mora, solo trajo un punto producto del 0 a 0 que entregaron en un partido que estaba para cualquiera.

El viernes en conferencia de prensa Ramón lo afirmó, “Me dijeron que a las 15 va a estar habilitado”. Hablaba del jugador por el que más pidió, hablaba de Teo Gutiérrez, pero cometía un error. Confiaba en la promesa de un dirigente, de un dirigente que suele mentir. Porque así como esta dirigencia prometió una auditoria que nunca hizo, también prometió refuerzos que al cabo de la tercera fecha aun no pueden jugar. Y porque con Funes Mori ya en Europa pero sin haber firmado contrato aun, Mora también debía esperar.

De esta manera, llegaba una nueva oportunidad para Giovanni Simeone. El joven delantero de la cantera millonaria que recién da sus primeros pasos en la primera división, demostró que está todavía muy verde. Los defensores de Godoy Cruz lo zamarrearon para todos lados y en la única oportunidad que tuvo se encontró con una excelente respuesta del arquero local. Con un Marcelo Barovero brillante siendo clave ante cada avance del Tomba, se fueron al descanso sin sacarse ventaja. La sensación era que los dirigidos por Palermo habían jugado mejor.

Para la segunda mitad Ramón Díaz mandó al campo a Ariel Rojas y dejó en el vestuario a Ferreyra, buscando regenerar una sociedad que dio buenos frutos el campeonato pasado, como lo es la que formaban el ex Godoy Cruz y Leonel Vangioni. Con más de tenencia en el medio campo, Fabbro tuvo más oportunidades de tomar contacto con la pelota. Está claro que el ritmo del jugador proveniente de Cerro Porteño no es algo a lo que River este acostumbrado, aproximadamente desde el muñeco Gallardo que no tiene un jugador con esa pausa. Habrá que dejar pasar tiempo y partidos para que pueda funcionar en el esquema.

Con más posesión de balón, River pudo llevarse la victoria en la segunda mitad. Así como también pudo haberlo perdido en alguna jugada en la que el Tomba encontraba a la defensa millonaria mal parada. Fue justo el empate, por que mas allá del claro penal que el árbitro Echenique no le cobró a Carbonero en la primera mitad, el encuentro estuvo para cualquiera de los dos.

Con la prohibición de que asista el público visitante, el club mendocino decidió tomar la misma decisión que había tomado Independiente de Rivadavia cuando recibió a River hace casi dos años con esa misma condición, habilitar todo un sector de la cancha para el ingreso de público en condición de “neutral”. A diferencia de los más de 15 mil hinchas millonarios que poco tenían de neutrales, en el campo de juego se vio un River muy neutral. Neutral, porque no juega mal, pero tampoco juega bien. Neutral, porque ataca, pero no lastima y defiende bien, pero con falencias.

El próximo jueves empiezan los partidos clave, contra San Lorenzo por Copa Sudamericana el equipo del Riojano deberá cambiar la cara. El DT espera poder contar con todos los refuerzos en regla, para no seguir dando ventaja. Falta mucho por delante todavía, pero ya paso un 25% del torneo y Teófilo Gutiérrez todavía no se pudo poner la camiseta de River. Ya es hora de que los dirigentes hagan su trabajo de una buena vez y se pueda afrontar el debut en la competición continental con todo el plantel disponible para utilizar.