El pasado 5 de mayo y a falta de tres fechas para culminar la Serie A, Juventus se consagró campeón de la liga cuando venció a Palermo (que descendió en el día de la fecha) por 1 a 0, asegurándose el Scudetto por segunda temporada consecutiva. La sanción de cuatros meses de inactividad que se vio obligado a enfrentar su técnico, Antonio Conte, debido a su participación en el fraude de apuestas deportivas que data de su época entrenando al Siena, fue un susto que revivió de alguna manera los fantasmas de aquel descenso que manchó la historia del club de Turín en el período 2006-2007 a causa del famoso escándalo por sobornos arbitrales. Aún así, la Juve siguió transitando tanto el torneo local como la Champions League con la frente en alto, demostrando por qué es uno de los equipos más grandes del mundo y el más exitoso de Italia.
Fue en el año 2006 cuando se produjo el mayor escándalo deportivo que se pueda recordar en la Liga Italiana. En ese entonces el campeonato local aún se denominaba “Calcio”, razón por la cual se conoce mundialmente este episodio con el nombre de “Calciopoli”. Los grandes equipos del país fueron acusados de conspirar y generar fraudes arbitrales en partidos claves de la liga durante los años 2005 y 2006. Si bien las investigaciones judiciales demostraron que los principales responsables de los sobornos a los árbitros eran dirigentes del club Juventus (su Director General, Luciano Moggi y su Administrador Delegado, Antonio Giraudo), también se dieron a conocer otros nombres tanto de equipos como el Milan, Fiorentina, Lazio y Reggina como de la propia Federación Italiana de Fútbol.
Debido a que dicho escándalo surgió una vez que la Juve había levantado el título 2005-2006, la Federación Italiana resolvió quitárselo y adjudicárselo al Inter de Milán. En adición a esto, la Juventus perdía todos sus puntos de la campaña 2005-2006, el Scudetto ganado en la temporada 2004-2005 y se la sancionó además con el descenso directo a la Serie B, la que arrancaría con 9 puntos menos. Por otro lado, el Milan perdió 8 puntos y se vio privado de disputar la ronda preliminar de la Champions, y la Lazio, la Reggina y la Fiorentina perdieron 3, 11 y 15 puntos respectivamente.
Semejante sanción, aunque merecida, significó un baldazo de agua fría para el club bianconero, que además de perder a varios de sus jugadores claves como Zlatan Ibrahimovic, Lilian Thuram, Fabio Cannavaro y Gianluca Zambrotta, debía disputar una liga mucho menos competitiva, con la pérdida de atractivo que esto significaba para la mayoría de futbolistas de renombre. De todas formas, jugadores veteranos pero destacados del equipo permanecieron en el club (Mauro Camoranesi, David Trezeguet, Gianluigi Buffon, Alessandro Del Piero) y la Juventus logró salir campeón de la Serie B, retornando rápidamente en junio de 2007 a la máxima categoría del fútbol italiano, dejando atrás este mal momento.
A partir de ahí, el club oriundo de ciudad del Turín resurgió a paso lento pero firme. En junio de 2007, Claudio Ranieri se convirtió en su entrenador, logrando la tercera posición durante esa campaña, lo que le permitió disputar la fase de clasificación en la Champions League 2008-2009, temporada en que el club finalizó segundo en el torneo local, ahora al mando de Ciro Ferrara, entrenador interino. En el período 2009-2010, el equipo logró un pobre séptimo lugar en la Serie A, quedando además eliminado en cuartos de final de Copa de Italia por el Inter de Milán. La misma historia se repitió a la temporada siguiente, sólo que esta vez el técnico era Luigi Delneri y la eliminación de la Copa Italiana estuvo en manos de la Roma.
Fue en el año 2011 cuando el panorama cambió totalmente para la Juventus. Antonio Conte asumía en el cargo de Director Técnico y, luego de dos años de obras, se inauguraba el Juventus Stadium, cuyo primer patido lo disputó con el Parma. La suerte cambió y la Juventus se consagró campeón invicto de la Serie A en la temporada 2011-2012 con 23 victorias, 15 empates y un total de 84 puntos. Y el pasado 5 de mayo, por segundo año consecutivo, logró su Scudetto número 29 a falta de 3 fechas para finalizar el torneo. Terminando el campeonato con sólo 4 derrotas a manos de la Roma, la Sampdoria, el Milan y el Inter, logró una abultada diferencia de 14 puntos con su escolta, el Nápoli.
Los números de las temporadas 2012 y 2013 demuestran que estos títulos no son una mera casualidad y que nuevamente la Juventus vuelve a imponer su historia y grandeza pisando fuerte en la liga italiana. Tal vez la deuda permanezca a nivel internacional, ya que las actuaciones en los últimos seis años no parecer estar a la altura de sus grandes logros pasados. En 2008-2009 se despidió de la Champions en los octavos de final, siendo eliminado por el Chelsea y al año siguiente ni siquiera pasó de la fase de grupos, por lo que debió conformarse con disputar la Europa League luego de 10 años. No clasificando a la Liga de Campeones en las ediciones 2010-2011 y 2011-2012, recién pudo volver a disputarla en la presente temporada. De hecho, fue el equipo italiano que más lejos llegó en el certamen, siendo eliminado por el imparable Bayern Munich en cuartos de final (el Milan había sido eliminado en octavos por el Barcelona).
Con 29 títulos locales (que tanto el hincha como los jugadores los festejaron como 31, debido a los dos no reconocidos por el “Calciopoli”), la Juventus es el líder indiscutido entre todos los equipos italianos (lo siguen de lejos el Milan y el Inter, con 18 campeonato cada uno). El bianconero sobrevivió al escándalo, al descenso y a la mancha más grande de su historia. Igualmente, hoy no se puede decir que volvió a ser lo que era, sino que jamás dejó de serlo.
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