“Detesto el fútbol así como me gusta el boxeo”. Tomá para vos. Y, ¿quién le va a decir algo? Si para cuando nos rescatamos, este hombre ya hizo una verdadera revolución: sin la espada, con la pluma y sobre la palabra. Julio Cortázar, el entrañable (y entrañable) escritor revelaba ese dato en su famosa entrevista para la televisión española en 1983. A 30 años de su ausencia física, quisimos homenajearlo recordándolo al estilo Rock ‘N Ball: a través del deporte y de la música.
Según sus palabras, no sabe bien por qué le empezó a gustar el boxeo. Concurría a las peleas del Luna Park con una libreta bajo el brazo. Consideraba el boxeo como un deporte noble, del cual le interesaba “el enfrentamiento de dos técnicas, de dos estilo, la habilidad de vencer siendo a veces, el más débil”. De lo que está seguro, es que Luis Angel Firpo definió su acercamiento a ese deporte. Y lo hizo desde una radio, cuando Julio tenía 9 años y estaba en su casa de Banfield escuchando la pelea del boxeador argentino contra Jack Dempsey, en Nueva York en 1923. Julio deja plasmada esta pelea en el relato “El noble arte best writing essay service ”, parte de su libro “La vuelta al día en 80 mundos”, en el cual describe como Firpo despidió a Dempsey del cuadrilátero y lo tiró contra las máquinas de escribir de los jurados y como el público levanta al boxeador, lo ayuda a subir al ring de nuevo y éste noquea a Firpo en sólo 3 minutos. Nuestro querido Cortázar se ve, en su inocencia de niñez, envuelto en injusticia de que el argentino ya había ganado la pelea (por nocaut técnico) y que el yankee de una manera completamente fraudulenta se queda con el título mundial de Pesos Pesados.
Más tarde, utiliza a Justo Suárez, “El torito de Mataderos”, como musa para escribir el cuento “Torito” (de Final del juego). En este cuento, el boxeador relata en primera persona su triste y trágico final, en un hospital de la provincia de Córdoba, abandonado por todos aquellos que estaban a su alrededor al sufrir la derrota de Billy Petrolle. Te lo puedo contar, pero nadie mejor que el propio Cortázar para leerlo:
https://www.youtube.com/watch?v=eciEH_4c7Ho
En lo que a materia musical respecta, Julio era un conocido fanático del jazz. Algunos pueden comparar su escritura, sus palabras, sus puntos y sus comas como una interpretación de cada uno de los elementos compositivos del jazz. Su París amado lo marca a fuego en esta tendencia, ya que eran muchos los músicos americanos que, temerosos de que la postguerra terminara con sus melodías y trompetas, se trasladan a la Europa de los 50 y 60, donde la cultura se formaba en cada café, en cualquier puente como Pont Des Arts. Desde cuentos como “La vuelta al piano de Thelonious Monk” (donde describe un concierto al que asistió en Ginebra en el ’66) hasta el Club de la Serpiente eligiendo discos para acompañar las lecturas de Morelli, pasando por “El Perseguidor”, el cuento que refleja, tal vez, la crítica del mismo Julio a los músicos de Jazz.
“El Perseguidor” cuenta la historia de un brillante saxofonista de jazz, entramado con drogas, con la fija idea de que su vida trascurría 15 minutos antes que él. Es decir, el señor creía frenéticamente que debía correr detrás de toda su existencia, que se le escapaba con un cuarto de hora de diferencia. Ciertos críticos y analistas de la obra de Cortázar trazan un paralelismo entre Johnny, el personaje del cuento y Charlie Parker, el famoso saxofonista estadounidense, cuya manera de tocar le permitía improvisar solos impresionantes, casi casi como si su saxo estuviera por delante de él.
Pero como en casi todos los aspectos de la vida y la obra de Julio Cortázar, Rayuela merece un párrafo aparte. Podríamos armar una bolsa con nombres de lugares, con maneras de narrar, con personajes, con nombres de historia: cualquier cosa que saquemos, podemos encontrarla en Rayuela y discutir sobre eso. Con respecto al jazz, este libro es una enciclopedia jazzera de los 50. Bix Beider Beck, Louis Amstrong, Fats Waller son algunos de los muchachos que musicalizaban las callecitas y hoteles de París; los encuentros de Oliveira con la Maga y Rocamadour; las tertulias del Club de la Serpiente con Etienne, Ronald, Babs y Gregorovius.
En el año 2001, “K Industria Cultural” editó en España el disco “Jazzuela”, compilación de 21 canciones extraídas de los capítulos 10 al 18 hecha por Pilar Peyrats Lausen. Además, viene Best Prices For All Customers! Cost Of Doxycycline Walmart. Approved Pharmacy, buy doxycycline Hyclate. junto al disco un cuadernillo con los capítulos donde cada canción fue incluida.
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