“Los simpatizantes del Club Atlético River Plate que hayan pagado su entrada y sufrido el único descenso en 110 años de historia, recibirán una Camioneta 4 x 4. La misma la seleccionarán de una lista que les enviaremos en la próxima semana. Muchas gracias y perdón por el mal manejo de la institución.”
¿Que lindo sería no? Bueno, lejos de esto (magnificación mediante), el dolor del hincha no desaparece y los dirigentes siguen haciendo de las suyas. Quienes cuentan con mayor fortuna son los hinchas del Arsenal inglés, que tras sufrir una apabullante goleada frente al Manchester United recibirán un resarcimiento económico.
El 8 a 2 con el que se despacharon los de Alex Ferguson sobre los de Arsene Wenger, ayer en Old Trafford, desencadenó en algo más que la humillación. Los dirigentes del Arsenal optaron, mediante un comunicado, por ofrecer a cada uno de los hinchas que fueron de Londres a Manchester, una entrada para un partido que el equipo capitalino juegue de visitante en la Premier League.
¿Raro? Si, rarísimo. Aunque no estaría mal que se diera más seguido. Tampoco uno pretende que por perder un partido salgan a recompensar al hincha. Pero cuando la vergüenza golpea la puerta y la historia parece no valer, uno busca respuestas inmediatas o un gesto en los protagonistas. Pocas veces llegan en nuestro fútbol.
Me refiero al 1-7 que sufrió San Lorenzo con Boca, a la derrota de Independiente en la Copa Suruga Bank, al tricampeonato que dilapidó Boca en 2006 cuando restaba sacar un punto de seis, y al reciente descenso de River. Y quedan en el camino muchísimos más ejemplos. Repito, uno no pide cabezas, pero tampoco es aceptable el “Se perdió un partido de fútbol, no hay que dramatizar”.
La antítesis de lo realizado por los dirigentes británicos es, por ejemplo, lo que hacen quienes manejan River. Lejos de dar un reconocimiento para el hincha, aumentan la cuota social sin justificativo alguno. La autocrítica y el mea culpa brillan por su ausencia de Grondona para abajo, y el papelón deportivo es “Cliente Gold”.
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