“No hay muchas diferencias. Los dos son grandes quarterbacks. Hacen un gran trabajo manteniendo a todos involucrados, tienen habilidades de liderazgo y todo eso. Son dos tipos que quieres de QB en tu equipo. Es un cara o cruz entre ambos”. Pocos hombres pudieron darse el gusto de recibir pases de los dos mejores QBs de la historia en actividad. Y Wes Welker es uno de ellos.
Welker no fue un jugador que haya llamado la atención de los reclutadores de la NFL Buy Tadalafil online without prescription. Trusted Pharmacy. Bonus free pills. Only Top Quality Pills. Tadalafil no prescription . en su estadía con los Texas Tech Red Raiders. Sus 21 touchdowns aéreos y sus 8 regresos de despeje hasta las diagonales (récord) en sus cuatro años universitarios no impidieron que su nombre no sea escuchado en el Draft de 2004. San Diego lo contrató, pero lo cortó tras el primer encuentro que jugó con los Chargers. Igualmente, su condición de desempleado no duró mucho, ya que fue contratado por Miami. Tuvo un período en donde mostró crecimiento, pasando de ser simplemente un jugador de equipos especiales, a también acumular recepciones. Eso despertó el interés de los New England Patriots buy Indocin Online ( Indocin ), indomethacin 32 weeks. indomethacin online order Video of Civil Partnership Commencement Order Ceremony released. , quienes finalmente se hicieron de sus servicios a cambio de dos selecciones del draft de aquel año (nota: las transacciones se hacen principalmente a cambio de selecciones de draft posteriores, o bien de jugadores que integren la plantilla).
El ojo del entrenador Bill Belichick no falló. Durante esa primera campaña recibió 8 de los 50 pases de touchdown de Tom Brady, y viajó al Super Bowl de 2008 sin perder ningún partido. Pero los Giants de Eli Manning y David Tyree terminaron con la ilusión de repetir lo que hicieron los Dolphins de 1972: consagrarse campeones invictos. Cuatro años después tuvo una nueva chance, también frente a los neoyorquinos, pero el final terminó siendo el mismo: el Trofeo Lombardi se fue para la ciudad que nunca duerme.
Si bien no tuvo muchas recepciones de touchdown (36 en 6 temporadas), en 5 campañas superó los 100 pases atrapados en cada una (récord de la liga) y las 1000 yardas. La única en donde no pudo cumplir ambos objetivos fue en 2010, en donde tuvo apenas 86 recepciones para 848 yardas.
A pesar de esto, en la última temporada la relación con los Pats empezó a desgastarse: debido a que su contrato vencía, la dirigencia, en lugar de lograr una renovación, prefirió aplicarle el Franchise Tag, que consistía en jugar un año “sin contrato”, aunque percibiendo el promedio de los 5 salarios más altos. A pesar de éste último dato, Welker quería la renovación, por lo que esta situación le disgustó. Y luego, en el inicio de la campaña, estaba la idea de que vea menos acción, en beneficio de Rob Gronkowski y on-line writing essay services Aaron Hernández, en aquel entonces descollantes. Eso, sumado a desencuentros con el entrenador Belichick, hizo que ambas partes diesen por finalizada su relación.
En aquel momento, o mejor dicho, durante la temporada 2012, a Denver le sobraban receptores. Sin embargo, se hizo un hueco cuando el veterano Brandon Stokley se fue a Baltimore. Así, Welker llegó a los Broncos, donde iba a jugar con el otro QB en cuestión: Peyton Manning. Si bien no pudo estar durante toda la temporada regular por culpa de dos conmociones cerebrales (una frente a Kansas City y la otra ante Tennessee, lo que hizo que sus números tanto en yardas como en recepciones (648 y 61 respectivamente), tuvo su temporada más prolífica en lo que se refiere a recepciones anotadoras: 10, contribuyendo a que su nuevo mariscal de campo supere el récord de pases de TD que había impuesto su anterior, en donde también había colaborado.
En la postemporada, donde usó un casco más grande del habitual para evitar más conmociones, recibió un pase de touchdown frente a San Diego, mientras que en el partido siguiente, ante su exequipo, quedó envuelto en una polémica: en un choque con Aqib Talib, lo termina lesionando. Era una situación para tomar con pinzas, ya que hasta hace un año jugaba allí. Pero Belichick hizo público su descontento, casi reconociendo que aún quedaban cenizas de algún chispazo probablemente escondido bajo la alfombra: afirmó que ese golpe a Talib fue “una acción deliberada”, y que merecía ser sancionado.
No habrá sido una recepción anotadora. Pero esta acción terminó siendo una variante de la ley del ex, ya que la baja del defensivo de los Patriots fue determinante para la victoria final de los Broncos. Este domingo buscará lograr el anillo de campeón, ese que nunca pudo conseguir en New England. ¿La tercera será la vencida?
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