(Aclaración: el titulo es 100% sarcasmo, debería decir “hasta nunca”)
Pasaron aproximadamente 43 meses desde el debut de Rogelio en la primera de River hasta la fecha. En ese periodo, el “futuro crack”, el que iba a superar a Crespo, el que tenía todas las condiciones para ser figura mundial, convirtió tan solo 22 goles en más de 100 partidos en primera. Sin ánimos de que este dato condicione alguna opinión sobre el jugador, cabe destacar que no se reduce todo a las estadísticas y a su escasa capacidad goleadora. Si no que la relación de Funes Mori con River va mucho mas allá.
Comenzó con todo el apoyo que el público riverplatense le suele dar a todos los jugadores jóvenes. Quizás condicionados por la propia experiencia de ver como jugadores que les costaba su adaptación a la primera división, resultaron ser figuras descollantes de esta institución, los hinchas de River suelen siempre darle un “changüí” cuando debuta una promesa. Y Rogelio no fue la excepción, con 19 partidos en su primera temporada como jugador profesional, el hecho de haber marcado cinco tantos lo ayudó a que esto suceda. Y aunque muchos otros hinchas le habían cargado la cruz desde un primer momento, el apoyo recibido en sus comienzos fue bastante generalizado.
Con el correr del tiempo, y con muchas más oportunidades, la situación fue cambiando. Quienes lo resistían sumaban cada vez más gente a sus filas, y las discusiones futboleras sobre este jugador coparon la tribuna, los bares y las escuelas de todo el país. Frases como “hay que darle tiempo”, “ya va a explotar”, “tiene condiciones”, “hay que aguantarlo” eran los principales argumentos esgrimidos por sus defensores. Se consolidaba su segunda temporada en la primera de River, y se consumaba con el fatídico descenso. Temporada en la cual Rogelio convirtió en 25 partidos que disputó, tan solo cuatro goles.
Ya en la B, y con la llegada de Fernando Cavenaghi, parecía que podía levantar. Más que nada, por jugar contra rivales de menor envergadura y por tener un delantero como “Cave” para que le enseñe conceptos claves de la definición que Funes Mori demostró no tener. Pero nada de eso sucedió, Rogelio siguió siendo Rogelio. Con el paso de los partidos, las situaciones desaprovechadas y los off side recurrentes la paciencia de la gente fue disminuyendo. Hasta llegar al punto de convertirse en el jugador más criticado de todo plantel. Su buena actuación en el partido definitorio por el ascenso frente a Almirante Brown, no modificó la ecuación. El dictamen ya estaba hecho, la relación entre la gente de River y el delantero no tenía vuelta atrás.
Meses más tarde, a sabiendas de que era el principal jugador a vender, Ramón Díaz le dio una y mil oportunidades para que demuestre. Y Rogelio, fiel a su estilo, no demostró. En 30 partidos disputados en la última temporada hizo sólo siete goles. Suma considerablemente escasa si la ponemos en el contexto de que hablamos de “el 9 de River”. Con el fin de la temporada, y ante la negativa del jugador de renovar su contrato, en una decisión dirigencial el entrenador lo separó del plantel. El final de Funes Mori en River parecía llegar.
Ya arduamente resistido por el grueso del público millonario, a la dirigencia no le quedó otra que negociar al jugador por el cual en el balance anterior acusaron una futura venta de 34 millones de pesos. Y en una operación un poco confusa, de la que forman parte también Teófilo Gutiérrez y Rodrigo Mora, Rogelio Gabriel pasó al Benfica de Portugal de forma definitiva. Se terminan los días de Funes Mori en River, se termina el sufrimiento de muchos hinchas. “Hice lo mejor que pude” se excusó el jugador, si lo que mostró fue “lo mejor que pudo” es preferible ni siquiera imaginarse lo que hubiese sido lo peor. Lo único que queda claro, es que por fin se va quien será recordado como el jugador mas resistido desde el “Cuqui” Silvani a la fecha.
Comentarios