Los cambios se pedían a gritos, la selección Argentina no demostraba en cancha nada, ni el peso de sus individualidades, ni un juego en conjunto. Se pedía un cambio, una reacción, un algo que demostrará que a estos jugadores y a este cuerpo técnico le corría sangre albiceleste.
Los cambios llegaron. Los cambios fueron de esquema, de nombres y de actitud. Dentro de los cambios de nombre, sin ninguna duda, el que demostró que la inactividad en el Real Madrid no le afectó en su juego fue, Fernando Gago. El volante central volvió a ser aquel que deslumbró en sus primeros años de Boca. Quitó, hizo jugar a Messi y Cía., tuvo panorama de toda la cancha y se puso el equipo al hombro en momentos que el equipo decaía en su rendimiento.
En las estadísticas del jugador merengue se puede observar una que sobresale sobre el resto, dio 83 pases correctos y solo 7 con destino equivocado. En porcentaje, esto es un 92% de aciertos en los balones que salieron desde sus pies. Gran parte de esos 83 pases su destinatario era la gran figura del fútbol mundial, Lionel Messi. Esta estadística lo convierte en el jugador que más pases dio en el juego.
Desde su pie derecho salió el remate, que tras un despeje corto del arquero costarricense Moreira, Sergio “Kun” Agüero convirtió en el primer tanto argentino. Dentro de sus estadísticas, también figuran 8 robos de balón, máximo quitador de la selección junto con Gabriel Milito.
Los tres volantes centrales quedaron atrás en el esquema Argentina, Batista cambió a tiempo, reconoció que se había equivocado. Ahora están los dos 5 que algunos argentinos soñaban juntos desde hace unos pares de años. Uno que quita y mete y el otro que juega y hace jugar.
Comentarios