Archivo

Fiel a su estilo

Belgrano consiguió su primer triunfo en este Apertura 2011. Lo hizo ante un grande como lo es San Lorenzo. Su última victoria también había sido ante uno de ellos, River Plate en la tan recordada promoción. Más allá de resultados o no, Belgrano y en especial su técnico se aferran cada vez más a un esquema que le trae buenos resultados.

[caption id="attachment_31319" align="aligncenter" width="480" caption="Pereyra pelea solo cada pelota en la ofensiva Pirata (Fotobaires)"][/caption]

Ayer en la platea norte de San Lorenzo se escuchaba decir: “Como les gusta sufrir a estos cordobeses”. Y si, la afirmación es totalmente correcta. Cada vez que el conjunto de Zielinski pisa un campo de juego, el sufrimiento es parte del partido. Su esquema conservador, pero no por eso menos efectivo, lleva a Belgrano a sudar la gota gorda cada partido disputado.

Hagamos un repaso de esto. Las primeras tres fechas fueron empates, dos de visitante, All Boys en Floresta 1-1 y Unión en Santa Fe 0-0, y uno de local, Olimpo 1-1.  Por la cuarta del apertura derrota de local 3-2 contra Newell’s y por la quinta victoria 1-0 ante San Lorenzo en el bajo Flores.

El esquema que pone en juego Belgrano es con dos líneas de 4 bien definidas, lo que puede modificarse es si juega con un enganche (Vázquez) y un punta o con dos delanteros.

La línea defensiva son de 4 jugadores grandotes, pesados, férreos en la marca y que no le tiembla la pera si tienen que tirarla a la tribuna o meter un guadañazo. Contra el Santo de Boedo la defensa formó con Grana por derecha, Lembo y Pérez de centrales y Turús por izquierda. Solo el sector derecho se vio desbordado ante San Lorenzo en el primer tiempo, luego durante todo el partido Belgrano controló con exactitud y anticipación a los tres delanteros que propuso Asad.

[caption id="attachment_31320" align="aligncenter" width="480" caption="Zielinski, el creador de este Belgrano luchador (Fotobaires)"][/caption]

La otra línea de 4, la del medio, esta compuesta por dos cinco batalladores, Farré y Ribair Rodríguez. Como ya se vio en la promoción ante River, son dos jugadores de un pressing tremendo. En la noche del Bajo Flores no dejaron que se muevan ni Kalinski ni Ortigoza, este último muy ofuscado en su juego. Acompañan a Farré y a Rodríguez, Mansanelli y Maldonado. Dos carrileros con un ida y vuelta muy bueno, rápidos y predispuestos para lo que ordene Zielinski. Lo que muchas veces peca este mediocampo es vivir de la media falta. Todas sus acciones rozan la amarilla y muchas veces la roja. Un dato clave es la cantidad de amarillas y expulsados que tiene Belgrano en tan solo 5 fechas, 22 amarillas y 3 rojas. En el partido contra San Lorenzo le amonestaron 5 jugadores y le expulsaron uno por doble amonestación, Guillermo Farré.

En la delantera es la gran deuda. Un Picante Pereyra muy abandonado, picando solo a pelotazos que cuando tiene la suerte de ganar la pelota, no sabe en quien descargar. Silvera todavía no aporto nada y solo depende de lo que puede hacer Vázquez, ya vendido al Palermo de Italia.

Esto es Belgrano, aferrado a su estilo de juego. No le va mal, pero tampoco convence y vive sufriendo, fiel a sus 106 años de historia.

 

Belgrano consiguió su primer triunfo en este Apertura 2011. Lo hizo ante un grande como lo es San Lorenzo. Su última victoria también había sido ante uno de ellos, River Plate en la tan recordada promoción. Más allá de resultados o no, Belgrano y en especial su técnico se aferran cada vez más a un esquema que le trae buenos resultados.

Pereyra pelea solo cada pelota en la ofensiva Pirata (Fotobaires)

Ayer en la platea norte de San Lorenzo se escuchaba decir: “Como les gusta sufrir a estos cordobeses”. Y si, la afirmación es totalmente correcta. Cada vez que el conjunto de Zielinski pisa un campo de juego, el sufrimiento es parte del partido. Su esquema conservador, pero no por eso menos efectivo, lleva a Belgrano a sudar la gota gorda cada partido disputado.

Hagamos un repaso de esto. Las primeras tres fechas fueron empates, dos de visitante, All Boys en Floresta 1-1 y Unión en Santa Fe 0-0, y uno de local, Olimpo 1-1.  Por la cuarta del apertura derrota de local 3-2 contra Newell’s y por la quinta victoria 1-0 ante San Lorenzo en el bajo Flores.

El esquema que pone en juego Belgrano es con dos líneas de 4 bien definidas, lo que puede modificarse es si juega con un enganche (Vázquez) y un punta o con dos delanteros.

La línea defensiva son de 4 jugadores grandotes, pesados, férreos en la marca y que no le tiembla la pera si tienen que tirarla a la tribuna o meter un guadañazo. Contra el Santo de Boedo la defensa formó con Grana por derecha, Lembo y Pérez de centrales y Turús por izquierda. Solo el sector derecho se vio desbordado ante San Lorenzo en el primer tiempo, luego durante todo el partido Belgrano controló con exactitud y anticipación a los tres delanteros que propuso Asad.

Zielinski, el creador de este Belgrano luchador (Fotobaires)

La otra línea de 4, la del medio, esta compuesta por dos cinco batalladores, Farré y Ribair Rodríguez. Como ya se vio en la promoción ante River, son dos jugadores de un pressing tremendo. En la noche del Bajo Flores no dejaron que se muevan ni Kalinski ni Ortigoza, este último muy ofuscado en su juego. Acompañan a Farré y a Rodríguez, Mansanelli y Maldonado. Dos carrileros con un ida y vuelta muy bueno, rápidos y predispuestos para lo que ordene Zielinski. Lo que muchas veces peca este mediocampo es vivir de la media falta. Todas sus acciones rozan la amarilla y muchas veces la roja. Un dato clave es la cantidad de amarillas y expulsados que tiene Belgrano en tan solo 5 fechas, 22 amarillas y 3 rojas. En el partido contra San Lorenzo le amonestaron 5 jugadores y le expulsaron uno por doble amonestación, Guillermo Farré.

En la delantera es la gran deuda. Un Picante Pereyra muy abandonado, picando solo a pelotazos que cuando tiene la suerte de ganar la pelota, no sabe en quien descargar. Silvera todavía no aporto nada y solo depende de lo que puede hacer Vázquez, ya vendido al Palermo de Italia.

Esto es Belgrano, aferrado a su estilo de juego. No le va mal, pero tampoco convence y vive sufriendo, fiel a sus 106 años de historia.