Julio César no puede estar tranquilo. Recién contra Unión de Santa Fe pudo poner su once ideal y el equipo le mostró compromiso en la cancha, buen juego y le regaló una goleada en su semana, quizás, más difícil desde que está en Boca, con dirigentes poniendo en duda su continuidad y hablando de Plan B.
Pero cuando todo volvió a la normalidad, se recuperó la calma, empezó la semana y se encontró con dos piezas averiadas: Diego Rivero salió en el entretiempo ante el “Tatengue” y los estudios diagnosticaron una distensión en el sóleo izquierdo que lo deja con un pie y medio fuera del choque ante Newell’s en Rosario. Walter Erviti, que jugó sus mejores 45′ desde que llegó a Boca, terminó con un traumatismo en el tobillo y está en duda, aunque en su caso se espera que pueda ser de la partida.
A la hora de rearmar el medio, no hay mucho misterio de lo que se puede venir. Cristian Chávez, con diferentes características, es el reemplazante natural del “Burrito”, aportando juego pero perdiendo oficio en la marca, en una cancha difícil, ante un rival que no viene bien y deberá recuperarse ante su gente. En el sector izquierdo, si no arriesgan a Erviti, el lugar es de Nicolás Colazo, socio ideal para Riquelme y Clemente en la sociedad más importante que ha mostrado hasta el momento el “Xeneize”.
El resto del equipo para sarlir al “Coloso Marcelo Bielsa”, el domingo a las 18.10, está definido: Agustín Orión; Facundo Roncaglia, Rolando Schiavi, Juan Manuel Insaurralde y Clemente Rodríguez; Chávez o Rivero, Leandro Somoza y Erviti o Colazo; Riquelme; Darío Cvitanich y Lucas Viatri.
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