La caratula de Prócer corresponde para aquellas personas que fueron participes necesarias para la construcción de las naciones como las conocemos hoy. Por haber sido liberadoras de los pueblos, por haber sido fundamentales en la construcción de una identidad nacional, por haber reordenado a la sociedad, o por diferentes motivos de similares características así es como San Martin, Belgrano, Sarmiento son considerados próceres de este país. Es por este motivo que la figura de Angelito supera el carácter de Ídolo.
El “Feo”, como le decían, nació con el ADN Riverplatense corriéndole por las venas. Pícaro como pocos, se encargó toda su vida de dejar bien en claro el lugar que ocupaba River Plate en el fútbol argentino y mundial. Dueño de un manual de anécdotas y frases que demuestran su amor incondicional por la banda, Labruna si hubiese tenido los medios de comunicación globalizados como existen hoy hubiese sido un personaje reconocido mundialmente, incluso más de lo que lo fue.
Cuenta Ubaldo Fillol que cuando él era su DT en Racing y el Pato rechazó la oferta de ir a River, por lo complicada que era la situación en el club (en ese entonces 16 años sin títulos) y por la idolatría que tenía en Racing, lo agarró y le dijo “Si uste` no va a River lo recontra cago a trompadas. Usted no tiene ni la mas mínima idea de lo que significa jugar en River Plate, así que no lo dude y arregle”. Un fanático como quedan pocos. Siendo DT de Rosario Central, enfrentó en un partido al River donde daba sus primeros pasos el Beto Alonso. Labruna lo notaba desganado y le empezó a gritar como si fuese un jugador propio “Dale flaquito. Corré y transpirá esa camiseta que yo use durante 20 años. ¿Qué te pensás que tenes puesto?”
533 partidos, 315 goles, 9 campeonatos locales, 4 copas nacionales y 3 copas continentales son sus números como jugador. Integrante de “La Maquina” (la delantera más famosa de la historia del futbol), es el máximo goleador de la historia de River, camiseta que defendió durante más de 20 años. Algo impensado para el futbol de hoy día. Como DT, volvió para cortar con la sequia de los 18 años sin títulos y así, gano 6 campeonatos más que lo posicionan como la persona más ganadora de la historia de River Plate.
Con 16 tantos, es el máximo goleador de la historia de los superclásicos. Si, por que el River de Labruna a Boca lo tenia de hijo. Le ganaba como jugador, haciéndole goles de todos los colores. Le ganaba como DT, dándole vuelta partidos como una media. En un Boca- River, los locales pasaron por arriba en el primer tiempo a los millonarios y se fueron al vestuario 1 a 0 a favor, en la segunda mitad River lo dio vuelta 2 a 1. Al termino del encuentro un periodista preguntó “En el primer tiempo, ¿Boca los bailó?” a lo que Labruna respondió “¡Está equivocado! Aplicamos una táctica para engañar al adversario, en el primer tiempo los dejamos atacar para que se cansen y en el segundo, con mas resto físico apuramos el partido y el resultado demostró que ganamos con justicia” Así de pícaro, tenia respuestas para todo.
“Como no lo voy a querer a Boca? Si me dio de comer toda la vida” llegó a decir, demostrando que lo del Feo con los primos era, más que una paternidad, una obsesión. Cuenta Delem que un día Angelito le dijo “El día que este obsesionado con ganarle a Boca, recién ese día vas a poder lucir con orgullo la camiseta de River”
Que River haya pasado por todo lo que paso se debe, en gran parte, al alejamiento de este tipo de personas del club. Esa gente que porta el ADN Riverplatense, esa gente que es participe fundamental de la historia del club. Por tener a lejos a gente como Orteguita, por tener lejos a gente como Ramón. Y no lo digo yo, si no que lo decía el mismo Labruna al hablar del riojano, jugador que él hizo debutar, “Ma` que el sucesor de Alonso, Ramón Díaz es el sucesor de Labruna” y camino a eso está.
Por esta historia, por esa pasión, por como vivió por y para River, Ángel Amadeo Labruna es más que un ídolo, es un Prócer y debe ser recordado como tal. La hoy trillada frase “River está por encima de los nombres y de los hombres” fue inmortalizada por él, mientras renunciaba a la dirección técnica del club tras recibir una fuerte presión dirigencial para que deje afuera del equipo a las figuras que por aquel entonces estaban exigiendo una mejora en el contrato. Defendió como pocos a River, en la cancha, en el banco, en la tribuna, en la calle, en todos lados. Hoy, a 30 años de su muerte, su legado sigue intacto.
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