Además de ser uno de los 5 grandes del fútbol argentino, Racing Club tiene algo más por lo que sentirse orgulloso: el Estadio Presidente Perón, mejor conocido como el Cilindro de Avellaneda, es el segundo más grande de Argentina y, sin dudas, uno de los más llamativos y llenos de historia del deporte a nivel nacional.
El Estadio Presidente Perón, también apodado el Cilindro de Avellaneda y rara vez el Coliseo, está ubicado justamente en Avellaneda, una localidad al sur del Gran Buenos Aires. Está domiciliado en el Pasaje Mozart y O. O. Corbatta, rodeado por las calles Colón e Italia y tan solo metros del estadio de su archirival, Independiente.
La idea de crear un nuevo estadio para Racing Club venía desde hace tiempo, el viejo estadio de madera estaba quedándose muy atrás y había que modernizarlo, pero eso sólo podría lograrse con la construcción de uno nuevo desde cero. Fue así que este club de Avellaneda, que ya había hecho de las suyas en el fútbol local, comenzó definitivamente el proyecto para un nuevo estadio.
Fue en la década del 40, más precisamente en 1946 y en plena presidencia de Juan Domingo Perón, cuando el club dio el paso fundamental para comenzar el proyecto: el 16 de agosto de ese año, el Poder Ejecutivo Nacional le cedió un préstamo de 3 millones de pesos a Racing para la construcción del estadio y la “exhibición y práctica de cultura física”, según aclara tal decreto.
Esa cifra se convertiría luego en 11 millones de pesos, ya que Ramón Cereijo, ministro de Hacienda argentino y simpatizante de Racing, se encargó de conseguir los 8 restantes que el club precisaba para la concreción de los planes. Al año siguiente (1947), el antiguo estadio vio jugarse el último partido en su césped, disputado entre la Academia y Rosario Central.
A todo esto, se debía planear qué hacer con el nuevo estadio: dónde ubicarlo y cómo diseñarlo, además del modo de financiación ya decidido. El General Perón, fiel a su filosofía intervencionista, insistió en ubicar el Cilindro en Retiro, Capital Federal, pero los orígenes racinguistas correspondían a Avellaneda, y ahí decidió ubicarse lo que sería el nuevo edificio.
Igualmente, en agradecimiento al mandatario mayor de aquellos años, se nombró socio honorario al General Juan Domingo Perón, a Eva Perón, primera dama, y Ramón Cereijo, el ministro que tanto ayudó a la realización del proyecto. La flamante inauguración se llevó a cabo el 3 de setiembre de 1950, cuando Racing Club venció por 1-0 a Vélez Sarsfield y dio por finalizada la apertura del Estadio Presidente Perón.
Solo había pasado un año desde su creación cuando se lo usó para el comienzo y las finales de los Juegos Deportivos Panamericanos, disputados en Buenos Aires en 1951. Quince años más tarde, en 1966, se le añadirían las torres de iluminación, inauguradas en un partido en el que Racing venció al Bayern Munich alemán por 3 a 2. Al año siguiente le tocaría ser vencido en el Cilindro al Celtic escocés, esta vez por 2 a 1 en la segunda final de la Copa Intercontinental.
Para ver otras grandes modificaciones habría que esperar recién hasta la década del 90′, cuando Racing se convirtió en el primer club argentino en poseer todas las plateas del estadio techadas. Las siguientes medidas, a partir del año 2000, estarían concentradas en promover la seguridad dentro del establecimiento, sumado a la quita de todos los alambrados perimetrales de la cancha.
El 27 de noviembre de 2010, uno de los referentes del heavy metal internacional visitó el Cilindro de Avellaneda. Se trata de Rammstein, la banda alemana formada en la década del 90′. En septiembre del año pasado se subió Judas Priest, otro grupo crucial en la historia del lado pesado del rock. Varios años atrás, en 1998, también llegaron al estadio de Racing Los Redondos, recital del cual se han escapado las grabaciones y ahora andan por todos lados en internet.
Hasta aquí llegamos con la cuarta entrega de esta nueva sección en la que pretendemos mostrar Estadios por el mundo, y en la que hemos decidido comenzar por los más grandes y creativos de Argentina.
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