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Ese es el espíritu

"En este momento, la posición en la tabla no es importante, sino que somos consistentes en nuestras victorias y debemos seguir enfocados en eso. No hicimos nada estúpido cuando nos encontramos 0-1 y seguimos confiando en nuestro juego", declaró Arsene, porque cambia, todo cambia. Cambió la onda, con la cuarta victoria encadenada en Premier League. Cambió la tabla, ahora con Arsenal transitoriamente en la tercera posición. Cambió Wenger, quien tras una mala lectura del partido, esta vez provocó el efecto que parecía haber perdido, el de las modificaciones precisas: entraron Walcott, Chamberlain y Podolski, quienes con dos asistencias y un gol contribuyeron para dar vuelta la historia ante Norwich. Enorme partido de Giroud. Una intervención clave de Fabianski para evitar el 2-2 con su pierna derecha inmediatamente después de que Arsenal se pusiera 2-1. Hay otro aire. La soga estaba al cuello. Se aflojó. Todavía falta. Pero lo que hasta hace un mes parecía una quimera, ahora asoma como algo posible. La Champions League quedó ahí. No tan lejos. Tampoco cerca. Pero al menos está a la vista. Y eso que seguimos dando ventaja, porque jugar con Sagna es dar ventaja. El martes, en el Emirates, habrá otro choque clave: ante Everton, en un partido postergado. Luego, Fulham. Y más tarde, United, que ojalá a esa altura ya sea campeón. Pero hoy, lo que importa es que algo cambió. Más allá del qué, como dice Wenger, importa el cómo. PD: Lamento profundamente la eliminación de Tottenham de la Europa League, y sobre todo, que Adebayor haya fallado el penal en la definición. No, mentira.

“En este momento, la posición en la tabla no es importante, sino que somos consistentes en nuestras victorias y debemos seguir enfocados en eso. No hicimos nada estúpido cuando nos encontramos 0-1 y seguimos confiando en nuestro juego”, declaró Arsene, porque cambia, todo cambia. Cambió la onda, con la cuarta victoria encadenada en Premier League. Cambió la tabla, ahora con Arsenal transitoriamente en la tercera posición. Cambió Wenger, quien tras una mala lectura del partido, esta vez provocó el efecto que parecía haber perdido, el de las modificaciones precisas: entraron Walcott, Chamberlain y Podolski, quienes con dos asistencias y un gol contribuyeron para dar vuelta la historia ante Norwich.

Enorme partido de Giroud. Una intervención clave de Fabianski para evitar el 2-2 con su pierna derecha inmediatamente después de que Arsenal se pusiera 2-1. Hay otro aire. La soga estaba al cuello. Se aflojó. Todavía falta. Pero lo que hasta hace un mes parecía una quimera, ahora asoma como algo posible. La Champions League quedó ahí. No tan lejos. Tampoco cerca. Pero al menos está a la vista. Y eso que seguimos dando ventaja, porque jugar con Sagna es dar ventaja.

El martes, en el Emirates, habrá otro choque clave: ante Everton, en un partido postergado. Luego, Fulham. Y más tarde, United, que ojalá a esa altura ya sea campeón. Pero hoy, lo que importa es que algo cambió. Más allá del qué, como dice Wenger, importa el cómo.

PD: Lamento profundamente la eliminación de Tottenham de la Europa League, y sobre todo, que Adebayor haya fallado el penal en la definición. No, mentira.