Si de lesiones hablamos y en las rodillas nos centramos, el caso paradigmático es, desde hace año y medio, Derrick Rose. Océanos de tinta se han escrito desde aquel fatídico primer partido de los Playoffs del 2012 entre Purchase baownbeuv role of in pda indomethacin antipyretic best essay writing service order Indocin online dergboadre for sale. With tylenol chemotherapy indocin stomach pain duringВ Chicago Bulls y Philadelphia Sixers, en el que Derrick Rose a 1:22 minutos de terminar un partido definido, encaró al aro con la velocidad supersónica habitual pero cayó de mala manera sobre su pierna izquierda, rompiéndose el ligamento cruzado de esa pierna. Toda la temporada pasada estuvo salpicada de especulaciones sobre la fecha de su regreso a las canchas: primero iba a volver en enero, luego era una fija que después del All-Star de febrero se lo iba a ver en acción, antes de los playoffs como para tomar ritmo, e incluso algunos deslizaron la posibilidad de que vuelva directamente en aquella post-temporada. Nada de eso ocurrió y Rose vio desde afuera como sus compañeros lograban un heroico 4-3 sobre Brooklyn Nets y caían 4-1 haciendo lo imposible frente a los otrora campeones de la NBA, Miami Heat, con una lluvia de críticas por parte de aficionados y prensa por dejar “morir” a sus compañeros sin animarse a entrar a cancha.
Después de tantas habladurías, Rose volvió al básquet de elite esta temporada. Fuera de ritmo para el tiro y con cierta desconfianza para encarar el aro, Derrick fue tomando confianza a través de los partidos. El problema es que sólo pasaron 12 cotejos, hasta que otra vez una lesión de rodilla, en este caso el menisco de la derecha, se rompió ante los Portland Trail Blazers. Se estima que esté de baja el resto de la temporada.
Otro de los bases explosivos al estilo Rose que ha sufrido las consecuencias de su estilo de juego ha sido Russell Westbrook. El armador de los Oklahoma City Thunder, que jamás había tenido un inconveniente físico en toda su carrera, comenzó un derrotero preocupante de lesiones en abril último, cuando en un partido de post-temporada cayó lesionado con un desgarro en el menisco lateral de la rodilla derecha. Esta temporada comenzó a jugar en completa forma física con el Thunder, pero en los últimos días de diciembre vio como se le inflamaba la misma zona de la lesión, por lo que se sometió a una artroscopia que lo mantendrá fuera de las canchas “al menos hasta después del All-Star” como manifestó el general manager de la franquicia Sam Presti.
Quizás producto de los años, del esfuerzo por intentar hacer encajar un proyecto que nació mal parido desde el comienzo, el final de la temporada regular pasada vio caer a uno de sus mayores emblemas: Kobe Bryant. El multicampeón escolta se rompió el tendón de Aquiles del pie izquierdo y con lágrimas en los ojos anunció que volvería más fuerte que nunca. Contra todo pronóstico médico, “Black Mamba” regresó al parqué antes de lo esperado en diciembre pasado. Solo seis partidos pudo el público angelino disfrutar el astro, ya que en un encuentro ante Memphis, el astro sufrió la fractura de la meseta tibial externa de la rodilla izquierda. Mucha mala suerte para Kobe, preso de una lesión sin ningún tipo de relación con la anterior. Se estima que esté al menos cinco semanas más de baja.
A estos bases/escoltas hay que sumarle la todavía incierta vuelta a las canchas de Rajon Rondo, quien podría volver a jugar primero en los Maine Red Crawls de la D-League antes de incorporarse al plantel de Boston Celtics. Otro que ha visto limitado sus minutos ha sido el goleador de los mejorados Washington Wizards, el escolta de segundo año Bradley Beal. El conspicuo anotador sufre stress en ambas rodillas y tiene poca acción. A esto hay que sumarle la noticia de último momento, la lesión de Eric Bledsoe, base de los sorprendentes Phoenix Suns. La NBA ha informado que deberá someterse a una intervención quirúrgica en la rodilla derecha y se perderá el resto de la temporada.
La maldición de las lesiones no ha recaído sólo sobre los hombres bajos. Hasta tres pívots, todos jugadores franquicia, han sido víctimas de diversas lesiones que al menos los han dejado fuera por un par de meses. Marc Gasol, Al Horford y Brook López han afectado seriamente las posibilidades de sus equipos con sus inconvenientes físicos.
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El catalán lleva ya casi dos meses fuera de las canchas y le espera al menos uno más por un esguince en el ligamento lateral izquierdo. Memphis Grizzlies, finalistas de la Conferencia Oeste la pasada temporada, han visto caer sus opciones de alcanzar la post temporada. Hoy se encuentran a 4,5 juegos de Dallas Mavericks, el último clasificado de la costa oeste.
Más duros han sido los casos del dominicano Horford y del cubano-estadounidense López. El primero se desgarró el pectoral el 27 de diciembre último ante los Indiana Pacers, cuando tras luchar un rebote con el gigante Roy Hibbert, Al quedó enganchado con el pívot de Indiana e inmediatamente se retiró del partido con claras muestras de dolor. Se perderá el resto de la temporada al igual que Brook López, quien nuevamente se fracturó el quinto metatarsiano del pie derecho. El jugador de los Brooklyn Nets ya había tenido esta afección en el 2011. En su reemplazo la gerencia de los Nets estaría estudiando la posibilidad de contratar al díscolo Andrew Bynum Where To buy Tadalafil Online Safely. Men’s Health. Female Enhancement, Anti- anxiety, Gums. .
No puede quedar fuera de cualquier análisis deportivo sobre la mejor liga del planeta la cuestión de las lesiones. Hoy los cuatro mejores equipos de la NBA (Portland Trail Blazers, Indiana Pacers, Miami Heat y San Antonio Spurs) han estado libres de inconvenientes físicos, y gran parte de su regularidad en el certamen se puede explicar a partir de la buena rotación aplicada en el caso de los texanos, la fortaleza física y juventud de los otros tres planteles.
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