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El Checho no está chocho con el chau

Por Martín Contreras

Sobraban buenos augurios el 11 de Agosto de 2010, cuando la selección del debutante Sergio Daniel Batista visitaba Irlanda y vencía por 1 a 0 al seleccionado local. Parecía que venían vientos de cambio tras la dura salida de Sudáfrica. Ese era el comienzo.

La ilusión crecía al golear, casi un mes más tarde, al mejor equipo del mundo y al triunfador en Sudáfrica 2010: España se llevaba un 1-4 del Monumental. Era un un amistoso, es cierto, pero de esos que siempre se quieren ganar, y mejor si ese era el modo. Tal era la imagen dejada por la albiceleste, que la derrota con Japón al mes siguiente no fue un detonante, no genero un revuelo tan grande. El Checho seguía tranquilo.

 

La "Era Batista" ya es historia...

Entraba, sin dudas, en esa categoría de "imperdibles" el amistoso jugado el 17 de noviembre de 2010 en Qatar frente a Brasil. Se ganó con gol de Lionel Messi sobre la hora y ya eran pocos los detractores sobre la designación de Batista como técnico nacional.

A principios de 2011, año de la tan ansiada Copa América, Argentina venció por 2 a 1 a Portugal en Suiza. Seguía la racha positiva, los triunfos importantes, todo estaba encaminado. Poco más de un mes pasó para que, en San Juan y con jugadores del fútbol local, ratificara el buen momento derrotando a Venezuela por 4 a 2.

Pero como la historia contemporánea nos tiene acostumbrados, comenzaron las dudas, los reproches, los cuestionamientos, reclamos y demás aderezos que en el fútbol argentino son moneda corriente. En dos meses y medio Argentina empató con Estados Unidos, con Costa Rica y con Ecuador. Y perdió con Polonia 1-2 y Nigeria 1-4. Esta última caída puso en tela de juicio la continuidad de Batista como nunca desde que asumió en el cargo.

Se esperaba que el paracaídas “Copa América” se abra y que el golpe nunca exista. Eso no pasó. Un entrenamiento con público frente a uno combinado de camiseta verde ¡¡¡¿¿QUÉ???!!! ¡¡¿¿ERA LA SELECCIÓN DE ALBANIA??!! Vamos de vuelta. Un amistoso 10 días antes del debut en el torneo continental, Argentina se midió con el seleccionado de Albania, donde hizo lo que quiso tanto en ataque como en defensa. “Pan para hoy, hambre para mañana” diría alguna abuela.

Empezó la copa. Historia ya conocida. Egos al por mayor y poca muñeca desde el banco hicieron que los dos primeros partidos terminaran empatados contra Bolivia y Colombia, y generaran una silbatina generalizada, tanto en La Plata como en Santa Fe.

Córdoba fue testigo de la única victoria nacional, 3 a 0 a Costa Rica. Esperar a Uruguay era el primer “mata o muere” de la era del Checho (se coronó en Beijing 2008 pero con el sub 23). Es cierto que Argentina mereció la victoria y que Muslera fue figura, pero también es cierto que el equipo charrúa se podría haber evitado desde la fase de grupos.

La citación de Carlos Tévez (desde este lugar no se discute como jugador) fue un claro ejemplo de la poca actitud y firmeza demostrada por Batista, quien afirmó que “El Apache” era 9 y que su 9 era Messi. No tenía lugar. El ex Boca terminó jugando abierto por izquierda y Messi retrasado a la línea de volantes. Ni hablar de Sergio Agüero, otro que estuvo en duda y terminó siendo de lo mejorcito en la contienda continental que finalmente se llevó Uruguay.

Sin muñeca desde el banco y la poca mano dura a la hora de decidir dejaron al Checho manco y sin selección. Ahora es tiempo de que la licuadora de proyectos e ideologías futbolísticas de Don Julio siga su camino. Lamentablemente, para quienes queremos ver a nuestra selección bien arriba, una vez más.

Batista, mientras tanto, ya se convirtió en un fusible más de recambio. Eso sí, el Checho se enteró por las palabras de Ernesto Cherquis Bialo. Nadie lo llamó para avisarle. Otra desprolijidad más del benémerito fútbol argentino nuestro de cada día.

El ciclo en Números:

  • Batista dirigió 17 partidos: ganó ocho, empató seis y perdió tres (dos de ellos ante Nigeria y Polonia, con equipo Alternativo. Y ante Japón)
  • Convocó, en total, 81 jugadores . El que más jugó fue su capitán Javier Mascherano (12), seguido por Lionel Messi (11), Nicolás Burdisso, Ángel Di María, Gabriel Milito y Sergio Romero (10).
  • El máximo goleador fue Sergio Agüero, que anotó cinco goles. Segundo fue Messi, con 4.

Cuatro, su número Argentina, durante el ciclo Batista, goleó cuatro veces por cuatro goles: Primero a España (4-1 en Buenos Aires), luego a Venezuela (4-1 en San Juan), a Paraguay (4-2 en Resistencia, Chaco) y por último a Albania (4-0 en River). El detalle es aún mejor cuando se traduce que los únicos dos partidos que la Selección jugó en River bajo el mando del Checho marcó siempre cuatro goles y se floreó. Algunas curiosidades...

Por Martín Contreras

Sobraban buenos augurios el 11 de Agosto de 2010, cuando la selección del debutante Sergio Daniel Batista visitaba Irlanda y vencía por 1 a 0 al seleccionado local. Parecía que venían vientos de cambio tras la dura salida de Sudáfrica. Ese era el comienzo.

La ilusión crecía al golear, casi un mes más tarde, al mejor equipo del mundo y al triunfador en Sudáfrica 2010: España se llevaba un 1-4 del Monumental. Era un un amistoso, es cierto, pero de esos que siempre se quieren ganar, y mejor si ese era el modo. Tal era la imagen dejada por la albiceleste, que la derrota con Japón al mes siguiente no fue un detonante, no genero un revuelo tan grande. El Checho seguía tranquilo.

 

La “Era Batista” ya es historia…

Entraba, sin dudas, en esa categoría de “imperdibles” el amistoso jugado el 17 de noviembre de 2010 en Qatar frente a Brasil. Se ganó con gol de Lionel Messi sobre la hora y ya eran pocos los detractores sobre la designación de Batista como técnico nacional.

A principios de 2011, año de la tan ansiada Copa América, Argentina venció por 2 a 1 a Portugal en Suiza. Seguía la racha positiva, los triunfos importantes, todo estaba encaminado. Poco más de un mes pasó para que, en San Juan y con jugadores del fútbol local, ratificara el buen momento derrotando a Venezuela por 4 a 2.

Pero como la historia contemporánea nos tiene acostumbrados, comenzaron las dudas, los reproches, los cuestionamientos, reclamos y demás aderezos que en el fútbol argentino son moneda corriente. En dos meses y medio Argentina empató con Estados Unidos, con Costa Rica y con Ecuador. Y perdió con Polonia 1-2 y Nigeria 1-4. Esta última caída puso en tela de juicio la continuidad de Batista como nunca desde que asumió en el cargo.

Se esperaba que el paracaídas “Copa América” se abra y que el golpe nunca exista. Eso no pasó. Un entrenamiento con público frente a uno combinado de camiseta verde ¡¡¡¿¿QUÉ???!!! ¡¡¿¿ERA LA SELECCIÓN DE ALBANIA??!! Vamos de vuelta. Un amistoso 10 días antes del debut en el torneo continental, Argentina se midió con el seleccionado de Albania, donde hizo lo que quiso tanto en ataque como en defensa. “Pan para hoy, hambre para mañana” diría alguna abuela.

Empezó la copa. Historia ya conocida. Egos al por mayor y poca muñeca desde el banco hicieron que los dos primeros partidos terminaran empatados contra Bolivia y Colombia, y generaran una silbatina generalizada, tanto en La Plata como en Santa Fe.

Córdoba fue testigo de la única victoria nacional, 3 a 0 a Costa Rica. Esperar a Uruguay era el primer “mata o muere” de la era del Checho (se coronó en Beijing 2008 pero con el sub 23). Es cierto que Argentina mereció la victoria y que Muslera fue figura, pero también es cierto que el equipo charrúa se podría haber evitado desde la fase de grupos.

La citación de Carlos Tévez (desde este lugar no se discute como jugador) fue un claro ejemplo de la poca actitud y firmeza demostrada por Batista, quien afirmó que “El Apache” era 9 y que su 9 era Messi. No tenía lugar. El ex Boca terminó jugando abierto por izquierda y Messi retrasado a la línea de volantes. Ni hablar de Sergio Agüero, otro que estuvo en duda y terminó siendo de lo mejorcito en la contienda continental que finalmente se llevó Uruguay.

Sin muñeca desde el banco y la poca mano dura a la hora de decidir dejaron al Checho manco y sin selección. Ahora es tiempo de que la licuadora de proyectos e ideologías futbolísticas de Don Julio siga su camino. Lamentablemente, para quienes queremos ver a nuestra selección bien arriba, una vez más.

Batista, mientras tanto, ya se convirtió en un fusible más de recambio. Eso sí, el Checho se enteró por las palabras de Ernesto Cherquis Bialo. Nadie lo llamó para avisarle. Otra desprolijidad más del benémerito fútbol argentino nuestro de cada día.

El ciclo en Números:

  • Batista dirigió 17 partidos: ganó ocho, empató seis y perdió tres (dos de ellos ante Nigeria y Polonia, con equipo Alternativo. Y ante Japón)
  • Convocó, en total, 81 jugadores . El que más jugó fue su capitán Javier Mascherano (12), seguido por Lionel Messi (11), Nicolás Burdisso, Ángel Di María, Gabriel Milito y Sergio Romero (10).
  • El máximo goleador fue Sergio Agüero, que anotó cinco goles. Segundo fue Messi, con 4.

Cuatro, su número
Argentina, durante el ciclo Batista, goleó cuatro veces por cuatro goles: Primero a España (4-1 en Buenos Aires), luego a Venezuela (4-1 en San Juan), a Paraguay (4-2 en Resistencia, Chaco) y por último a Albania (4-0 en River). El detalle es aún mejor cuando se traduce que los únicos dos partidos que la Selección jugó en River bajo el mando del Checho marcó siempre cuatro goles y se floreó. Algunas curiosidades…