Este título va para varias situaciones. Tendrás que pensar antes de morder algo duro porque se te puedo romper un diente, se te puede lastimar la ansía, el dolor no te dejaría dormir y tendrías que correr a cualquier centro de odontología lo más rápido posible. Lo mismo cuenta para una persona que no está muy bien psicológicamente y que jugando al fútbol muerde a un rival como si fuera a comerse una hamburguesa o atacando de manera agresiva como suele hacerlo un perro con rabia.
Esto ocurrió con el uruguayo Luis Suárez que milita en el Liverpool inglés y actúa de manera continua en la selección de su país. Ocurrió en el encuentro frente al Chelsea en donde su equipo empató 2 a 2 contra los blues, nadie sabe bien lo que pasó para que reaccione de esta manera y ataque a Branislav Ivanovic con una mordedura.
Como si fuera poco, el delantero hizo esto cuando el partido estaba detenido y el árbitro se ocupa de otra situación, los reclamos llegaron de inmediato. Al terminar el duelo, el futbolista se acercó al defensor para pedir disculpas y luego también lo hizo públicamente en redes sociales.
Dijo lo siguiente: “Estoy triste por lo que pasó esta tarde, me disculpo con Ivanovic y todo el mundo del fútbol por mi comportamiento inexcusable. Lo siento mucho!!”. Más allá de las disculpas, deberá pagar este comportamiento infantil con 10 fechas de suspensión, vale recordar también cuando estuvo parado un tiempo por insultos racistas a Evra (Manchester United) que actualmente se burla de Suárez por el momento que esta pasando.
La próxima vez lo pensará dos veces, o seguirá siendo el mismo de siempre. Los rivales ya lo tienen marcado, los árbitros lo harán a partir de ahora y el tribunal de disciplina de la Premier League lo mira desde cerca.
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