No, no es una parodia de “¿Donde está Wally?”, este individuo no lleva un sweater de rayas, anteojos, sombrero o un bastón. Él reside en Tandil, es morocho, de un metro noventa y ocho y responde al nombre de Juan Martín Del Potro, pero se lo conoce también como “Delpo” o “La Torre de Tandil”. Cuentan en Estados Unidos que estuvo ahí jugando un importante torneo de tenis, que hasta compitió en dos ocasiones en el estadio más grande del mundo. Nosotros no lo vimos.
Como el imitador de Federer, que se estuvo paseando por Argentina cuando el suizo llegó el año pasado para jugar una exhibición, seguramente allá estuvo el émulo de Del Potro, que fue con intenciones de hacer reír a la gente, de hacerla feliz y lo hicieron jugar al tenis que, a desgano, aceptó. Otra explicación no hay. Es que no puede ser que un jugador en el puesto seis del ranking del ATP juegue como lo hizo Juan Martín en estos dos partidos del US Open.
El primero fue contra Guillermo García López, 74 del Ranking y, probablemente, el tipo con peor revés del top 100. El español lo llevó al límite al tandilense, disputando cuatro sets en poco más de 4 horas de juego que la mejor raqueta argentina supo sobrepasar pese a un paupérrimo nivel. Hoy se enfrentó con Lleyton Hewitt, reconocido ídolo del argentino, pero que, con 32 años y siendo 66 del ranking, está más cerca del retiro que de pelear un torneo importante. Sin embargo, ese viejito se vio rejuvenecido, como si hubiese hecho un cambio de cuerpo con el tandilense al mejor estilo “Capitán Guiñú” de Dragon Ball Z y, en cinco sets, lo pasó por encima a un Del Potro, en el que el combo admiración, respeto y desgaste, fue demasiado para él. El resultado fue 6-4, 5-7, 3-6, 7-6 (2) y 6-1 en un poco más de tres horas y media de juego.
Es verdad, hay un atenuante importante: otra vez su muñeca izquierda está influyendo en su juego. Le duele y, como consecuencia, no puede pegar su revés con top, su golpe termómetro, al que cambia por el slice, un efecto que le sienta perfecto a un tipo bajo, con excelente coordinación de piernas y mucha mano como es Leyton Hewitt.
Por otro lado, su ánimo dentro de la cancha es algo que no se puede justificar. Desde el Masters 1000 de Montreal, pasando por el de Cincinnati, hasta llegar acá, se lo vio ofuscado, arrastrándose dentro de la cancha. Hoy, a eso se le sumó una derecha que no le corría y algunas expresiones que fueron toda una motivación para el australiano.
Con esté resultado, Juan Martín fue el último argentino en decirle adiós al cuarto Grand Slam de la temporada, ya que horas antes Leonardo Mayer perdió con Andy Murray en un partido dignísimo, en el que el escocés sacó la chapa de actual campeón del torneo y lo despachó en cuatro sets, con parciales de 7-5, 6-1, 3-6 y 6-1.
Igualmente, todavía habrá mucho tenis del bueno para ver. Los principales candidatos siguen en pié y despachando rivales de forma abrumadora, por lo que todo indica que habrá más de un cruce interesante llegando a los cuartos de final. Se podrá reeditar el Federer vs Nadal de Cincinnati, como también el Murray vs Berdych del mismo torneo. Sin dudas, el más contento de todos con este resultado es el actual número uno del mundo, Novak Djokovic, al que se le abre el cuadro con la salida de Del Potro. Es que su puesto en la cima del ranking pende de un hilo delgadísimo y, encima, su principal perseguidor es Rafa, un cazador por excelencia.
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