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David y Schwank cerraron la serie para Argentina.

La ola de frío que azota Europa no se notó para nada en el equipo argentino. Con un espíritu enorme y con una garra admirable,  el dobles argentino dio vuelta un partido que parecía perdido. La dupla Nalbandian - Schwank levantó un 0-2 y cerró la serie. La pareja de "gordos" derrotó 3-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4 al dúo compuesto por Tommy Haas y Philipp Petzschner. De esta forma se aseguró el paso a los cuartos de final.

La dupla argentina arrancó encendida, un comienzo arrollador permitió soñar con un partido accesible. No obstante, los locales sobrevivieron y lentamente fueron creciendo en su juego. Un alto porcentaje en los primeros saques permitió que el encuentro se equilibrara.  Ya con los alemanes agrandados, el nivel de Schwank decayó y arrastró a David, que no encontraba la vuelta con ninguno de sus golpes. Fastidio para el team argentino y alegría para Haas y Petzschner que se llevaron 6-3 un set que en el principio parecía perdido.

En el segundo parcial hubo tripa, corazón y frustración. Todo eso junto fue lo que sufrió el dúo nacional.  Según el ranking, el mejor doblista de la cancha era Petzschner y, cuando promediaba el segundo set, el alemán demostró ese lauro.  En el 2-2 se disfrazó de Boris Becker; empezó a atacar y meter todas la devoluciones sobre todos los saques de Eduardo Schwank. El "Gordo", sin confianza, sintió esa presión y terminó relegando su servicio con una doble falta. Los teutones administraron la diferencia y ganaron todos los games de su saque fácilmente. La manga terminó 6-4 para los locales.  La serie parecía estirarse hasta el domingo. Pero...

Pero siempre aparece Nalbandian. David fue liderazgo en estado puro.  A los gritos levantó a su compañero y con una mezcla de delicadezas y coraje llegaron al cierre del parcial 5 - 4 arriba, aunque con el saque de Petzschner. El filoso saque del teutón se mostraba complicado de devolver, sin embargo, en el game anterior el jugador alemán había tenido una muestra de debilidad al dejar un drive muy fácil en la red. Al parecer, ese error carcomió su frialdad y bajó la intensidad de su servicio.  Argentina aprovechó y, con sendas devoluciones de Schwank y David, se llevó el cuarto.

Casi por decantación, el Gordo Schwank creció en su nivel, David lo mantuvo y la dupla alemana lo disminuyó. Frustrados por no haber podido cerrar el partido, los jugadores locales se entregaron casi mansamente a las manos de los albicelestes. Sin mucho esfuerzo, pero con puntos espectaculares, la pareja argentina encontró una rápida ventaja. Es verdad, le costó administrarla, pero a la larga cerraron el parcial con un contundente 6-3.

"La última vez que un dobles argentino dio vuelta un 2-0 fue hace 46 años" Gonzalo Bonadeo dixit. Ese es EL dato de la serie. Una epopeya más para este grupo de jugadores. Claro que para llegar al final, Argentina tuvo que luchar. El quinto estuvo muy parejo, Argentina logró tener 3 chances de quiebre durante todo ese parcial. Sin embargo, aprovechó una. No hizo falta más. En el 2-2 encontró el break gracias a un David que bancó toda la presión del momento sobre sus hombros. Desde el momento que consiguió el desequilibrio, la dupla argentina dominó con autoridad. De repente, Schwank creció en su juego y tapó todos los agujeros de la red.  Nalbandian, como siempre,  jugó los puntos finales como si estuviera caminando por su casa. La presión no lo afecta. Finalmente, una derecha de Petzschner quedó en la red y marcó el fin de la serie para el conjunto argentino.

Para el final quedaron lágrimas de emoción para Martín Jaite, satisfacción para Mónaco por su gran partido de ayer, confirmación para Schwank y, claro está, palmas, una vez más, para David. Argentina puso primera otra vez.

@fglamas

La ola de frío que azota Europa no se notó para nada en el equipo argentino. Con un espíritu enorme y con una garra admirable,  el dobles argentino dio vuelta un partido que parecía perdido. La dupla Nalbandian – Schwank levantó un 0-2 y cerró la serie. La pareja de “gordos” derrotó 3-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4 al dúo compuesto por Tommy Haas y Philipp Petzschner. De esta forma se aseguró el paso a los cuartos de final.

La dupla argentina arrancó encendida, un comienzo arrollador permitió soñar con un partido accesible. No obstante, los locales sobrevivieron y lentamente fueron creciendo en su juego. Un alto porcentaje en los primeros saques permitió que el encuentro se equilibrara.  Ya con los alemanes agrandados, el nivel de Schwank decayó y arrastró a David, que no encontraba la vuelta con ninguno de sus golpes. Fastidio para el team argentino y alegría para Haas y Petzschner que se llevaron 6-3 un set que en el principio parecía perdido.

En el segundo parcial hubo tripa, corazón y frustración. Todo eso junto fue lo que sufrió el dúo nacional.  Según el ranking, el mejor doblista de la cancha era Petzschner y, cuando promediaba el segundo set, el alemán demostró ese lauro.  En el 2-2 se disfrazó de Boris Becker; empezó a atacar y meter todas la devoluciones sobre todos los saques de Eduardo Schwank. El “Gordo”, sin confianza, sintió esa presión y terminó relegando su servicio con una doble falta. Los teutones administraron la diferencia y ganaron todos los games de su saque fácilmente. La manga terminó 6-4 para los locales.  La serie parecía estirarse hasta el domingo. Pero…

Pero siempre aparece Nalbandian. David fue liderazgo en estado puro.  A los gritos levantó a su compañero y con una mezcla de delicadezas y coraje llegaron al cierre del parcial 5 – 4 arriba, aunque con el saque de Petzschner. El filoso saque del teutón se mostraba complicado de devolver, sin embargo, en el game anterior el jugador alemán había tenido una muestra de debilidad al dejar un drive muy fácil en la red. Al parecer, ese error carcomió su frialdad y bajó la intensidad de su servicio.  Argentina aprovechó y, con sendas devoluciones de Schwank y David, se llevó el cuarto.

Casi por decantación, el Gordo Schwank creció en su nivel, David lo mantuvo y la dupla alemana lo disminuyó. Frustrados por no haber podido cerrar el partido, los jugadores locales se entregaron casi mansamente a las manos de los albicelestes. Sin mucho esfuerzo, pero con puntos espectaculares, la pareja argentina encontró una rápida ventaja. Es verdad, le costó administrarla, pero a la larga cerraron el parcial con un contundente 6-3.

“La última vez que un dobles argentino dio vuelta un 2-0 fue hace 46 años” Gonzalo Bonadeo dixit. Ese es EL dato de la serie. Una epopeya más para este grupo de jugadores. Claro que para llegar al final, Argentina tuvo que luchar. El quinto estuvo muy parejo, Argentina logró tener 3 chances de quiebre durante todo ese parcial. Sin embargo, aprovechó una. No hizo falta más. En el 2-2 encontró el break gracias a un David que bancó toda la presión del momento sobre sus hombros. Desde el momento que consiguió el desequilibrio, la dupla argentina dominó con autoridad. De repente, Schwank creció en su juego y tapó todos los agujeros de la red.  Nalbandian, como siempre,  jugó los puntos finales como si estuviera caminando por su casa. La presión no lo afecta. Finalmente, una derecha de Petzschner quedó en la red y marcó el fin de la serie para el conjunto argentino.

Para el final quedaron lágrimas de emoción para Martín Jaite, satisfacción para Mónaco por su gran partido de ayer, confirmación para Schwank y, claro está, palmas, una vez más, para David. Argentina puso primera otra vez.

@fglamas