Independiente atraviesa una temporada histórica. La llegada de un grande a la divisional desconcierta a propios y ajenos, con respecto al juego a emplear por parte, en este caso, del Rojo. Más allá de la envergadura del equipo descendido, suele ocurrir un cambio en el conjunto que baja. Ya sea de conducción, de plantel, o de idea de juego. En el club de Avellaneda, no fue tan así.
El nuevo reto, que comenzaba con Miguel Brindisi a la cabeza, no plasmaba cambios. Se sucedía una continuidad con respecto a las últimas fechas del Torneo Final 2013, ya sea en impotencia, en juego, en resolución – o irresolución-, presión y actitud. En estos aspectos aparecía la señal de alerta, no tanto en los resultados. Lo grave era que no hubiese un cambio sustancial , la raíz para que surgiera la nueva flor. La semilla no germinaba.
Si los aspectos vitales no estaban dados para encarar un nuevo proyecto, en menor medida aún, lo estarían aquellos ítemes que son esperables que demoren en aparecer. Brindisi variaba constantemente los apellidos titulares, probando en una misma posición, jugadores con diferente técnica y cualidades. Lógico, ocurre cuando se produce un éxodo importante y el plantel se renueva. Aveces cuesta muchos puntos, como lo fue en este caso. Este efecto provocó que se llegase a la marca de más de 180 días consecutivos en zona de descenso (teniendo en cuenta Primera División y Nacional B).
El equipo que dirigía Brindisi se mostraba endeble, frágil, no falto de actitud, pero carente de moral. Aquel contexto derivó en la salida del entrenador, tras dos derrotas y misma cantidad de empates. Para la siguiente jornada, en el banco de suplentes ya se ubicaba Omar De Felippe , y el rumbo cambió. Los aspectos mencionados en el inicio de la nota se vieron reflejados con la llegada del ex entrenador de Quilmes, al aportarle orden y un cambio actitudinal rotundo, es decir, un zarpazo en el timón que enderezase el camino. Eso pasó, y más allá de que la sumatoria de puntos no es descomunal, acompañó en este nuevo proceso para salir del fondo y respirar vientos más puros.
La próxima cita, correspondiente a la fecha 12°, tendrá lugar en Isidro Casanova frente a Almirante Brown. Actualmente, el Rojo se ubica a cinco unidades de los puestos de ascenso, debiendo aún, el encuentro de la fecha pasada frente a Unión. Independiente debe mantenerse en éste rumbo, donde cada vez surgen más claros, y los once titulares se van repitiendo. El camino parecería estar allanado, y allí en el horizonte se asoman Crucero Del Norte, Atlético Tucumán, Defensa y Justicia y Banfield. Se debe seguir así, con paciencia y orden. De tal forma, la brecha será cada vez menor.
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