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Crítica de discos: “Like a Clockwork” (Queen Of The Stone Age)

Por Juan Manuel Villafañe (@jmlostcrowe) especial para Rock And Ball Otra novedad en materia discográfica que se suma a un año de grandes lanzamientos. El 3 de junio fue la fecha exacta en la que Queens Of The Stone Age mostró al mundo "Like a Clockwork" su nuevo trabajo de estudio, después de seis años de silencio, contando con grandes invitados y la participación de un viejo conocido de la casa como el ex bajista Nick Oliveri. En cuanto a la batería, basta con dar los nombres de quienes participaron y disponerse a esperar mucho de este disco. La vuelta a la batería de Dave Grohl, quien había participado de "Songs for the Deaf " allá por el 2002 es uno de los invitados especiales, al igual que el ex The Mars Volta Jon Theodore, que se suman al trabajo del baterista oficial Joey Castillo, quien ha dejado de ser parte de QOTSA post álbum. Tenebroso y oscuro comienza el bajo de "Keep Your Eyes Peeled" dando inicio a Like A Clockwork, salpicando de guitarras tajantes los puentes y con unos arreglos con wah wah por debajo de la voz de Josh Homme en el estribillo. Un comienzo a medio tempo que se va desvaneciendo hacia el final despidiéndose con un violonchelo. Para el track dos vamos a empezar golpear el pie sobre el piso para subir el tempo con    "I Sat By The Ocean" aunque no es agitador como viejas canciones que añoramos, ya empezamos a sintonizarnos con este nuevo álbum. Un tema que comienza con la banda al unísono y con unos fraseos de guitarras distorsionadas y un bajo que parece estar pasándola bien en manos de Michael Shuman y sus arreglos. Más que oscura, suena melancólica "The Vampyre Of Time And Memory" con un comienzo de sintes que dan paso al piano y a la voz de Homme que luce acorde a la canción. Cabe destacar unos arreglos de guitarra con efectos un tanto espaciales, por momentos, y un solo más crudo y distorsionado. ¿Cómo definir a "If I Had A Tail"? en una primera impresión me trajo recuerdos de Nick Cave la interpretación vocal, mientras que la banda marca un ritmo que por momentos parece al estilo Franz Ferdinand, pero nunca llega a irse tan lejos del camino y el estribillo nos devuelve a los QOTSA. Una buena composición de cualquier manera. Con "My God Is The Sun" llega la esencia de la banda o al menos lo mas aparentado a lo que conocemos de los trabajos anteriores. Unas maracas marcan un principio de tempo que cambia cuando la banda se suma al riff poderoso de las guitarras. Una canción con juegos de falsetes de la voz y algunos agregados de coros. El power se hizo presente en esta canción, pero hay que seguir el camino de Like a Clockwork y encontrarnos con "Kalopsia" Con subidas y bajadas de tempo, un sube y baja musical hecho a la perfección. Elegante se oye el arreglo de guitarra en la parte lenta, que recuerda a lo hecho en la canción "Band On The Run" por Paul Mc Cartney, para luego darle paso a las guitarras distorsionadas y pesadas que acompañaran el estribillo. Mas allá de la participación de Oliveri, Reznor y Lanegan; Grohl y Elton John en una misma canción, es un lujo que se produce en este disco, más precisamente en "Fairweather Friends" con un principio y final lleno de coros. Una canción compuesta e interpretada de manera excelente. Tal vez uno de los pilares de este álbum. Un riff bien rockero se destaca sobre una base que se presta al rapeo, pero que sin embargo nos trae nuevamente los falsetes de Homme en "Smooth Sailing". Las guitarras de esta canción lo dicen todo y parecen no necesitar más nada. Antes del final suena el pulso en el Hi Hat y comienza "I Appear Missing", penúltima canción del disco. En este tema es donde más notamos lo apegado del bajo a los golpes de batería, formando una base bien compacta. Pero tan solo es una parte, que hace a esta canción de un nivel de vuelo que requiere varias escuchas hasta, tal vez, transformarse en una de las mejores del disco. La balada homónima que despide este estupendo álbum lleva, en la lirica y en los arreglos de cuerdas, ese clima de Final de película, que no hace más que querer darle play nuevamente y subirse a las alas de Like a Clockwork una y otra vez.

Por Juan Manuel Villafañe (@jmlostcrowe) especial para Rock And Ball

Otra novedad en materia discográfica que se suma a un año de grandes lanzamientos. El 3 de junio fue la fecha exacta en la que Queens Of The Stone Age mostró al mundo “Like a Clockwork” su nuevo trabajo de estudio, después de seis años de silencio, contando con grandes invitados y la participación de un viejo conocido de la casa como el ex bajista Nick Oliveri. En cuanto a la batería, basta con dar los nombres de quienes participaron y disponerse a esperar mucho de este disco. La vuelta a la batería de Dave Grohl, quien había participado de “Songs for the Deaf “ allá por el 2002 es uno de los invitados especiales, al igual que el ex The Mars Volta Jon Theodore, que se suman al trabajo del baterista oficial Joey Castillo, quien ha dejado de ser parte de QOTSA post álbum.

Tenebroso y oscuro comienza el bajo de “Keep Your Eyes Peeled” dando inicio a Like A Clockwork, salpicando de guitarras tajantes los puentes y con unos arreglos con wah wah por debajo de la voz de Josh Homme en el estribillo. Un comienzo a medio tempo que se va desvaneciendo hacia el final despidiéndose con un violonchelo. Para el track dos vamos a empezar golpear el pie sobre el piso para subir el tempo con    “I Sat By The Ocean” aunque no es agitador como viejas canciones que añoramos, ya empezamos a sintonizarnos con este nuevo álbum. Un tema que comienza con la banda al unísono y con unos fraseos de guitarras distorsionadas y un bajo que parece estar pasándola bien en manos de Michael Shuman y sus arreglos. Más que oscura, suena melancólica “The Vampyre Of Time And Memory” con un comienzo de sintes que dan paso al piano y a la voz de Homme que luce acorde a la canción. Cabe destacar unos arreglos de guitarra con efectos un tanto espaciales, por momentos, y un solo más crudo y distorsionado. ¿Cómo definir a “If I Had A Tail”? en una primera impresión me trajo recuerdos de Nick Cave la interpretación vocal, mientras que la banda marca un ritmo que por momentos parece al estilo Franz Ferdinand, pero nunca llega a irse tan lejos del camino y el estribillo nos devuelve a los QOTSA. Una buena composición de cualquier manera. Con “My God Is The Sun” llega la esencia de la banda o al menos lo mas aparentado a lo que conocemos de los trabajos anteriores. Unas maracas marcan un principio de tempo que cambia cuando la banda se suma al riff poderoso de las guitarras. Una canción con juegos de falsetes de la voz y algunos agregados de coros. El power se hizo presente en esta canción, pero hay que seguir el camino de Like a Clockwork y encontrarnos con “Kalopsia” Con subidas y bajadas de tempo, un sube y baja musical hecho a la perfección. Elegante se oye el arreglo de guitarra en la parte lenta, que recuerda a lo hecho en la canción “Band On The Run” por Paul Mc Cartney, para luego darle paso a las guitarras distorsionadas y pesadas que acompañaran el estribillo. Mas allá de la participación de Oliveri, Reznor y Lanegan; Grohl y Elton John en una misma canción, es un lujo que se produce en este disco, más precisamente en “Fairweather Friends” con un principio y final lleno de coros. Una canción compuesta e interpretada de manera excelente. Tal vez uno de los pilares de este álbum.

Un riff bien rockero se destaca sobre una base que se presta al rapeo, pero que sin embargo nos trae nuevamente los falsetes de Homme en “Smooth Sailing”. Las guitarras de esta canción lo dicen todo y parecen no necesitar más nada. Antes del final suena el pulso en el Hi Hat y comienza “I Appear Missing”, penúltima canción del disco. En este tema es donde más notamos lo apegado del bajo a los golpes de batería, formando una base bien compacta. Pero tan solo es una parte, que hace a esta canción de un nivel de vuelo que requiere varias escuchas hasta, tal vez, transformarse en una de las mejores del disco. La balada homónima que despide este estupendo álbum lleva, en la lirica y en los arreglos de cuerdas, ese clima de Final de película, que no hace más que querer darle play nuevamente y subirse a las alas de Like a Clockwork una y otra vez.