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Cracks y actores for export

Lionel Messi y Cristiano Ronaldo fueron utilizados para publicitar productos en la televisión internacional. Lo curioso es que, además de poner la cara, se animaron a hablar en otro idioma. Cracks, y actores, for export.

Por Franco Alba.- Hoy en día, la imagen de los dos mejores jugadores del mundo vende mucho. Algunas empresas se dan el lujo de que uno o el otro sean la cara visible de su empresa. El mayor ejemplo se da con las marcas deportivas más reconocidas mundialmente: la de la pipa con el portugués y la de las tres tiras con Lío. Pero esta vez, las compañías fueron mas allá.

En el caso de Lionel Messi, a principio de este año protagonizó la publicidad de una crema facial. En ella, al terminar de lavarse la cara con el producto, el delantero argentino dice algunas palabras en ¡japonés!. Así es, el anuncio era para la televisión del país asiático, y el hombre del Barcelona aprendió unos pocos vocablos para embolsar algún dinero extra.

Pero ahora le tocó a Cristiano Ronaldo. El portugués no se conformó con hacer sólo una, sino que fue por más e hizo dos. La primera se trata de una compañía top de telecomunicación árabe. Viene un niño a hablarle y el jugador del Real Madrid se ríe después de haberle contestado con unas pocas palabras en ese idioma.

La segunda es un poco más elaborada y tiene que ver con la profesión: dentro de una cancha, al jugador surgido en el Sporting de Lisboa le cometen una falta, después de haber dejado atrás a varios rivales. Transforma el tiro libre en gol. Tanto él como la gente en las tribunas festeja comiendo el pollo frito de un local de comidas rápidas. Se encarga de decir algunas palabras en árabe y termina.

Al nuestro, a partir de esa publicidad, se le abrieron las puertas en la televisión japonesa. Unos mesés después se lo pudo ver en un programa compitiendo contra un robot-arquero hecho con la tecnología que sacan de la galera los asiáticos. ¿Ahora se le habrán abierto las puertas al portugués en la TV árabe? Lo cierto es que dentro y fuera de la cancha, estos jugadores venden lo que sean porque el fútbol, hace tiempo ya, dejó de ser simplemente un juego.