La situación del fútbol cordobés actual muestra, para el comienzo de esta temporada, dos caras completamente distintas. Comencemos por la mala. Alumni de Villa María, seguramente el más grande del sur provincial, y Racing, que anduvo en sus años de oro allá por los 80′ llegando incluso a ganar un subcampeonato en la Primera División de AFA con Alfio Basile como DT, han descendido al Torneo Argentino B. Una categoría que, sin dudas, le queda grande a ambos y de la que esperemos logren salir pronto.
Del otro lado de la moneda, Talleres, el más grande de la provincia, y Sportivo Belgrano, peso pesado del este cordobés, ascendieron juntos a la B Nacional y completarán el trío de Córdoba en la categoría junto con Instituto. Más arriba, el ya establecido Belgrano continúa ilusionándose y ahora va por una digna participación en la Copa Sudamericana. Por primera vez en varios años, entonces, el fútbol cordobés respira aires de felicidad. Además, en estos momentos, el 9 de julio de Morteros ha logrado clasificarse al triangular final por el último ascenso que brinda el Torneo Argentino A. Puede ser otra buena: el 9 sería el único representante cordobés en el TAA.
Aunque Córdoba sólo ocupa 4 de los 42 cupos que conforman a la Primera División y la B Nacional del fútbol argentino, ésta es una situación a destacar. No sólo porque Belgrano ha logrado establecerse cómodamente en la máxima categoría, sino porque el ascenso de Talleres y el de Sportivo Belgrano demuestran dos tipos diferentes de excelente trabajo: el primero, de recuperación de un Titanic en pleno hundimiento; el segundo, un ejemplo de cómo crecer como institución. Felicitaciones, entonces, a esta porción del fútbol cordobés.
¿Cómo encaran estos equipos sus respectivos desafíos?
BELGRANO
Desde su ascenso a la Primera División del fútbol argentino en 2011, Belgrano no para de afianzarse. No son muchos los casos en que un equipo recién ascendido a la máxima categoría se preocupe casi al rato por una competencia internacional. El equipo del Ruso Zielinski conservó su base a lo largo de dos años, manteniendo nombres como Juan Carlos Olave, Guillermo Farré y el Picante Pereyra, y sumó en estos días al uruguayo Carlos Bueno, al mediocampista Facundo Affranchino, ex River, y a Sebastián Carrera, que proviene de Atlético Rafaela.
Casi dentro de un mes, más precisamente el martes 13 de agosto, Belgrano estará afrontando uno de los desafíos más importantes que ha tenido en su historia en la escena internacional. El partido de ida ante Vélez será en Córdoba, mientras que la vuelta será en el Amalfitani el 29 del mismo mes. Sin dudas el mayor logro del fútbol cordobés en lo que va de la década.
INSTITUTO
El club de Alta Córdoba viene de dos años multifacéticos. De una temporada 2011/12 llena de ilusiones, peleándole el campeonato de la B Nacional a River, pasó a una 2012/13 en la que se vio sin sus estrellas y sepultado en el puesto 18 de la tabla de posiciones. Es por eso que, en este comienzo, buscará concretar una campaña que lo aleje de los sustos del promedio. Los 38 puntos obtenidos en la temporada anterior lo obligan a pensar seriamente. Los dirigentes de la Gloria lo entendieron a la perfección: ya se han asegurado diez refuerzos y buscan más.
Rodrigo Barucco llegó desde Sportivo Belgrano para suplir a Julio Chiarini, si es que éste emigra, y otros jugadores de nivel como Juan Martín, proveniente de Belgrano, y Emiliano Tellechea, de San Lorenzo de Almagro, han llegado a fortalecer al plantel albirrojo. Jonathan Lastra, delantero del que se hablaban maravillas en Libertad de Sunchales, es otro de los recién llegados. Pero el mayor deseo del DT Kudelka no es joda: quiere a Leandro Desábato, y hay chances.
TALLERES
Luego de cuatro años en ese flagelo que fue el Torneo Argentino A, uno de los dos clubes más grandes de la provincia logró volver a la B Nacional y, claramente, apuntará más arriba. Talleres se consagró campeón de la tercera categoría con alguna comodidad y se sacó un peso gigante de encima. Mientras tanto, en Barrio Jardín ya se han puesto en movimiento para perseguir el próximo objetivo. El primer paso fue asegurarse a Cacho Sialle, el DT, y mantener la base. En ese sentido, la gran duda es Javier Villareal, que ha amagado entre retiro y continuidad.
Hace unas horas se confirmó el regreso a la “T” de Ezequiel Barrionuevo, delantero que la rompió en Sportivo Belgrano y que vuelve con sed de revancha. José Shaffer, lateral que jugó en clubes como el Benfica y Racing de Avellaneda, también se sumó al albiazul junto con Fredrich, Sánchez Sotelo y Esteban Burgos. Pablo Santillo, arquero ex Banfield y Racing, entre otros, también desembarcó en el club de Barrio Jardín.
SPORTIVO BELGRANO (SAN FRANCISCO)
Como lo viene demostrando hace cinco o seis años, la Verde de San Francisco se pone seria a la hora de adoptar cambios necesarios. Luego del eufórico (y primero en su historia) ascenso a la B Nacional, el equipo dirigido por el joven Carlos Mazzola perdió algunos referentes, lógico y casi inevitable, pero consiguió otros. Entre otros, han abandonado la institución Rodrigo Barucco, el arquero que conquistó a todos, y Ezequiel Barrionuevo. Quizá el mayor referente, Luciano Mazzina, tiene un pie afuera del equipo sanfranciscisqueño. Sin embargo, las nuevas adquisiciones del club de Barrio Alberione parecen demostrar no sólo ganas de lograr la permanencia, sino también de ganar peso fuerte.
El lado de los refuerzos es, como mínimo, muy alentador, con (por ahora) un buen refuerzo por línea. César Rigamonti, arquero llegado desde Belgrano. Cristian Vella, hermano de Luciano y experimentado defensor, arribó a San Francisco para reforzar la defensa. Iván Juárez, conocido de la casa, llegó desde Atlético Rafaela y seguramente será letal en el mediocampo. Por último, Federico Almerares, aquél renombrado goleador de las inferiores de River, llegó junto a Jonatan Mazzola, mediocampista juvenil proveniente de Boca.
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