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Cinco siglos igual

Como expresó en una de sus más recordadas canciones el autor popular argentino León Gieco, la dominación de Europa sobre América del Sur sigue vigente en el siglo 21. Ahora, la empresa concesionaria del estadio Maracaná pretende implementar un manual de adecuación del comportamiento dentro de los estadios para los fanáticos brasileros.

Brasil 2014 está cada vez más cerca. Los estadios están casi listos, la policía sigue llevando a cabo su “plan de seguridad” en las favelas, la prueba piloto (Copa de las Confederaciones) ya está consumada  y mas allá de las últimas protestas suscitadas, existe todo un país que se prepara para recibir a la copa del mundo, nuevamente en nuestro continente, con mucho entusiasmo.

En este contexto, la FIFA y todas las empresas patrocinadoras del evento futbolístico más importante, quieren estar en todas. No sólo en los diseños y la construcción de los nuevos estadios y las remodelaciones de los viejos, no sólo en la vida social particular de cada ciudad poniendo la lupa sobre los barrios pobres, si no que ahora quieren también incidir en la forma de comportarse que deberán tener los espectadores a la hora de concurrir a los partidos del mundial.

Como alguna vez lo soñó Mauricio Macri para llevar adelante en Argentina, quieren “europeizar” el futbol sudamericano. Si, año 2013 y los sueños colonialistas de los habitantes del continente viejo siguen pisando fuerte. La empresa que, en un sospechado proceso de licitación, se quedó con la concesión del estadio por los próximos 35 años planea llevar a cabo la utilización de un “manual de ajustes de conducta”.  Hablamos del Consorcio Maracaná S.A., conformado por las empresas brasileñas Odebrecht Participaçoes, IMX Venues e Arenas (del multimillonario brasileño Eike Batista) y la europea AEG Administración de Estadios.

Vamos a conversar con los clubes para el cambio de hábitos, me refiero a bambús (como astas de banderas), tambores, ver los juegos de pie, etc“, afirmó Joao Borba, presidente del consorcio. Y como estos cambios son difíciles de llevar a cabo, la idea es comenzar en la próxima temporada a exigirles a los clubes que disputen sus partidos en los estadios mundialistas que sus hinchas se adecuen a este nuevo manual de comportamiento. Las primeras víctimas serán los hinchas del Fluminense. Equipo que acordó ser local en el renovado mítico estadio por los próximos 35 años.

En síntesis, le quitaran al fútbol de América del Sur una de sus mayores distinciones extra futbolísticas. La pasión del hincha. Del hincha de sangre caliente, ese que no puede sentarse de los nervios cuando ve a su equipo, ese que le gusta revolear su camiseta cuando hace calor, ese que quiere hacer flamear su bandera en donde sea que este. A los empresarios brasileños habría que hacerles llegar ese famoso dicho que dice “si te gusta el durazno, báncate la pelusa”. Si se eligió realizar un mundial en Sudamérica, háganlo en Sudamérica, con todo lo que ello conlleva. No intenten trasladar toda la estructura europea a estas tierras, porque de esa manera no es “mundial”.