Son las palabras perfectas para definir un encuentro entre clubes rojinegros. Durante los noventa minutos de juego se vieron ganas y decisión en obtener los tres puntos por parte de ambos equipos, sin embargo todo quedó en eso. A ninguno se le ocurrieron ideas para inquietar al portero contrario y el resultado refleja perfectamente el transcurso del partido.
Hubo mucha garra y mucha entrega, pero sin ideas es imposible jugar al fútbol. El equipo local, Newell’s para los distraídos, fue el que más buscó e ideó durante los noventa minutos de juego, sin embargó a la hora de aplicarlo es donde encontró sus principales fallas. Incordinación en los pases, falta de precisión y puntería fue lo más abundante del encuentro.
El partido finalizó como empezó, 0 a 0, no se sacaron diferencia, a excepción de los jugadores en cancha; Colón terminó con nueve, frente a once jugadores de la Lepra. A partir de la expulsión de Adrián Bastía, en el minuto 27 del segundo tiempo, el equipo sabalero se replegó atrás y entregó la pelota, el otro que vió la roja sobre el final fue Ismael Quilez. Los visitantes solo intentaron aguantar el arco en cero con una línea de cinco y así lo consiguieron, dejando el fútbol y los goles para otro día.
Debuts
Se produjeron dos debuts en el equipo local: Carmelo Valencia, que ingresó a los veintiocho minutos del segundo tiempo por Noir, y Santiago Vergini jugó como titular, mostrando seguridad y eficacia a la hora de defender. Fue amonestado a los ochenta y cinco minutos de haber iniciado el encuentro.
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